2 de febrero de 2009

01

Todo parecía un día perfecto para cumplir lo propuesto.

Desperté a las 4:30 A.M. después de haber despertado en una ocasión a eso de las 2:00 A.M., aunque solo había dormido cuatro horas, sabía que estaba próximo a llegar a mis destino. No tenía opción mas que esperar en mi asiento hasta llegar a la estación en la que debería bajar.

Cuando llegue finalmente no sabía por donde empezar eran 10 minutos para las 5:00 a.m., y me pareció que adentro del autobús hacia mas frío que afuera. Tome mi maleta y camine firme hacia la salida de la estación. Mire la calle semivacía, era demasiado temprano para cualquier cosa (menos para dormir pensé dentro mi) opte por volver a la estación y esperar a que amaneciera.

Tome asiento en el primer lugar disponible y cerré los ojos, quería dormir un poco, estaba cansado. Como no pude, me dirigí al baño, todo estaba sucio, como buen baño de estación por la madrugada. No me inmute en lo absoluto y orine en el primer lugar decente que encontré (en un orinal por supuesto, no en la esquina de la sección para discapacitados, que era lo mas limpio de ese lugar) salí a enjugarme las manos y el agua me pareció tan fresca, casi se me antojo mojar mi rostro, me mire a los ojos note que los tenia rojos e irritados, moví mi cabello con mis manos y volví a acomodarlo como lo tenia. Seque mis manos en mi pantalón de mezclilla, salí del baño, busque un asiento donde pudiera cerrar los ojos y dormir un rato; ahí estaba en una de las esquinas de los asientos justo el lugar que necesitaba, me acomodo y cerré los ojos, no iba a poder dormir mas, y finalmente me quede viendo a ninguna parte mientras sonaba en el altavoz los viajes de las 5:30 A.M., mire hacia los andenes de salida y vi un letrero que me recordó que debería de averiguar algo antes de ir a realizar el tramite que me tenia en esa ciudad.

Me levante y me dirigí a la chica que estaba en el mostrador. Buenos días, ¿a qué hora tiene salidas para la Cd. de México? Pregunte con una voz ronca y extraña. Acaba de salir, ¿no lo escucho? Dijo ella con un cansancio lleno de un enfado típico en un trabajo nocturno. Pero no quiero salir ahora, después de las diez de la mañana... Le referí sin inmutarme por su contestación. A ver déjeme revisar... a las 11:30 A.M., a las 12:45 pm y a las 3:00 pm. ¿Llegan a la estación del norte? pregunte rápidamente. Ella contesto simplemente: Los que van al norte son los de la competencia y me señalo la dirección hacia donde estaba la otra línea de autobuses. Mire distraído y me aleje, me detuve un momento, gire en dirección de la chica del mostrador y le grite un gracias que ella no alcanzo a escuchar.

Camine derecho al mostrador y pregunte directamente lo que quería saber, había ahí una señora joven que me señalo un letrero con los horarios y los lugares donde los autobuses terminaban su camino. Por último pregunte el costo... 230 pesos me dijo ella con un bostezo que le atravesaba el cuerpo.

Regrese a la anterior estación, el lugar donde iba a dormir ya estaba ocupado. Eran casi las seis de la mañana, y la sala de espera se comenzaba a llenar. Encontré una línea de asientos vacíos que muy pronto dejo de estarlo. Profesores de Bachilleres despotricaban unos contra otros y en su charla venenosa me quede dormido. Entreabrí los ojos, los profesores seguían con su charla amarra navajas y mire hacia la calle, había sol ya en las montañas y me levante en chinga. Permiso dije al pasar por entre los profesores que ocuparon mi línea de asiento ya no vacíos. Trate de preguntar a alguien como llegar a mi destino, pero sabia que a las siete de la mañana no abren las oficinas de gobierno, así que opte por preguntar a que hora abrían un sitio para comer que vi estaba a unas cuadras de mi destino.

Ya había una nueva chica en el mostrador... Pregunte sin demora ¿A qué hora abren el Vip's? Y ella me miró con una cara de enfado, estaba poniendo maquillaje sobre las cejas y solo contesto ¿Qué?. Yo le volví a preguntar con calma: ¿A qué hora abren el Vip's?. Ella sin mirarme y poniendo atención en el espejo dijo sin pensarlo: No hay aquí eso, lo que sea que busque. Yo sabía que no podía obtener mas información de ella por lo que acudí al primer taxista que encontré afuera. El era un joven de mi edad mas o menos, que me dio información adicional sobre el lugar al que quería ir, e incluso me dio ordenes precisas sobre como llegar a las oficinas de gobierno que necesitaba visitar esa mañana. Entonces le dije: lléveme al Vips y me subí al taxi. El joven no cesaba de darme información y de señalarme los lugares importantes que pasábamos, entonces me señalo el lugar al que debía acudir para tramitar el documento que requería, entonces viro de manera brusca y mi cabeza golpeo el cristal de la puerta, el chofer no dijo nada, un par de metros adelante se detuvo frente a la entrada del Vip's. Me baje aun confundido tanto por el golpe como por el exceso de información. Y me di cuenta de que aun no abrían el lugar... el taxi ya se había marchado y la calle estaba completamente vacía.

3 comentarios:

  1. es lo que pasa con el exceso de información. te dio mucha, mucha, pero no fue capaz de decirte que el lugar iba a estar cerrado.

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  2. Ja ja ja...donde me ha pasado eso...? demasiado comun en todos lados... Por lo demas muy bien narrado y la frase...un bostezo que parecia atravesarle el cuerpo.


    Un abrazo de nieve desde Sonora México

    Libelula Viviente

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