23 de febrero de 2009

04

Las trece horas con cincuenta minutos, el tiempo continuo de una oración que se pierde en el tiempo conforme las teclas se caen una tras otra dejando en un medio electrónico un mensaje que tal vez pueda parecer absurdo.

Son las trece horas con cincuenta y ocho minutos y sé entonces que ya es un poco tarde.

Intento no pensar en las causas de que se haya secado de pronto las ganas de escribir. Nada parece ceder ante el frío que últimamente ha crecido en mis intentos por ir un poco mas allá. Tal vez sea que los últimos días no han sido perfectos.

Tantas cosas... la culpa, el miedo, la ausencia, el hubiera... tantas cosas que parecen nada, que son nada en realidad pero como pesan cuando se les pone de relieve a media tarde en una estación que se pinta añil por todas partes.

He visto caer de la noche estrellas falsas, cosas que se encienden y mueren inevitablemente por efecto de la fricción de la atmósfera, convirtiéndose en polvo, quedando en nada. He visto como fragmentos no estelares se desintegran antes de poder alcanzar el suelo. Sobre todo cuando en la noche mientras espero que termine el ciclo químico laboral especificado, el cielo se abre de brazos para entretenerme con esas extrañas formas luminosas que hablan de un tiempo indefinido.

Pero yo vivo en un presente continuo, nada de lo que intente redactar será a tiempo, todo viene desde el pasado, siendo exactamente ahora tan solo un recuerdo que intentaba hilvanar en palabras para nadie mas... excepto tu quizás.

No sé la razón de escribir líneas sin sentido.

Llueve ligero ahora mismo. Suena el móvil.

Son las catorce horas con veintisiete minutos. Todo parece ser tan solo un eco que se pierde sin poderse entender. Así aquello que tengo sobre los ojos.

Hace frío, tengo sueño, la ciudad a veces no ofrece nada mas que destellos de soledad plastificados en recipientes desechables biodegradables, mientras intento entender la razón de tener a alguien en mi cama que no sabe ni siquiera mi nombre.

Son las catorce horas con cuarenta minutos y aquí todo sigue igual.

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