31 de marzo de 2009

Post - It (Parte 1)

Ya tenia un rato sin un post-it y supongo no tiene razón de que lo escriba ya ha pasado tanto tiempo pero bueno nunca es tarde.


El cambio de nombre:
Desde enero el blog lleva el nombre de "Déjà Vu", no es que me haya cansado de "La Pretensión de Nada" pero según yo quería darle una nueva imagen al blog, renovarlo en cierto sentido y enero fue bastante fructífero tanto en posteos como en comentarios, pero después el blog cayó en un sopor mortecino que estuvo a punto de matarle.

Aun no se si el nombre de Déjà Vu vaya a durar mucho pero siempre este blog será "La Pretensión de Nada" así se me ocurra cambiarle el nombre mañana.


El cambio de imagen del blog y sus consecuencias:
En febrero la falta de tiempo me obligó a detener el ritmo con el que venia publicando y me aburrió el diseño así que intente modificarle el color, las columnas, probé una docena de plantillas nuevas hasta encontrar la actual. En esta serie de modificaciones al blog trajo como consecuencia la desaparición del contador, la lista de mis seguidores, el archivo del blog, pero lo mas grave fue que se deshabilito la publicación de comentarios sin que yo me percatara de eso, detalle ya corregido por cierto.


El casi cierre del blog:

No sé si tenga que mencionarlo pero, aquí va, hacia mediados de febrero estuve a punto de cerrar el blog, creía que la popularidad de mi blog se había terminado porque hasta antes de eliminar el contador mis visitas disminuyeron hasta en un 70% y los comentarios de pronto dejaron de aparecer en las pocas entradas que hacía, eso me hizo pensar en que tal vez la pretensión debería de llegar a su fin. Entonces Batania decide cerrar el suyo y la sorpresa de ese hecho me detuvo, un par de semanas mas tarde (aun con la idea en la cabeza de desaparecer el blog) Bletisa también decide cerrar el suyo, ante ese repentino virus donde blogs que solía visitar desde que nació el mío estaban siendo cerrados, decidí dejar que el tiempo sanara el mío... pero por suerte ambos blogs aun siguen con vida y también el mío, tengo que admitir que me alegra mucho saber que aun queda mucho por leer del Neorrabioso y muchas mas Bletisadas por disfrutar.


Los comentarios:
Después de haber hecho un sin fin de cambios en la configuración del blog no me percate de que la opción de dejar comentarios se había bloqueado, creía que debido a que las visitas eran escasas no era de extrañarse que nadie dejara comentarios. No fue hasta casi un mes después que gracias a un post de Bletisa me entero que no se pueden dejar comentarios, intento modificar la opción y aun tenia problemas, hasta que finalmente logre la configuración adecuada para que los comentarios pudieran ser publicados y ahora sin necesidad de ser revisados, todo aquel que quiera decir algo que lo diga no habrá, por el momento censura, bienvenidas las criticas, las recomendaciones, los halagos, y demás etcéteras. Gracias Bletisa por darme el aviso y si alguien intento dejarme comentario en ese periodo no me queda mas que decirles que lamento mucho que estos problemas técnicos sucedieran.


El contador de visitas:
Cuando encontré la plantilla adecuada para el blog, resulto ser que el contador tenia activado un pop-up, como a mi en lo particular me fastidia esa ventanita de advertencia de pop-up's no quería dejarla en mi blog y si a eso le sumamos la caída en el porcentaje de visitas, opte que no era necesario mas tener el ego en números.


Los seguidores:
El gadget en el cual se muestra a las personas que siguen el blog también lo tuve que eliminar debido mas que a nada a que de 16 seguidores que tuve en enero en tan solo un mes se redujo a la mitad y sigue bajando, prefiero que la despopularidad del blog no sea tan notoria así que desde ahora solo yo sé quienes son aquellos que siguen mi blog. Quiero agradecerle a todos aquellos que se tomaron la molestia de presionar el botón de seguir este blog, en verdad muchas gracias.


Mi nombre y la imagen del perfil:
Para cerrar esta primera parte del post-it termino con la decisión de incluir el nombre por el cual se me conoce en los foros en los que he participado, el nombre por el cual la gente de mi pueblo me conoce. De igual manera la imagen de perfil corresponde al símbolo representa, las iniciales de mi nombre la cual es una adaptación de unos símbolos japoneses.



Aun me quedan algunos puntos de los cuales que quisiera mencionar pero lo haré proximamente.


Saludos.

25 de marzo de 2009

Los efectos de un sueño

Recuerdo claramente la melodía, pero sobre todo recuerdo todos y cada uno de los momentos que en el sueño ocurrían. Pero lo mas extraordinario era la sensación de enorme tristeza que me produjo al despertar.

A veces los días pueden ser en verdad no buenos, por mas que se desee encontrar el lado positivo a veces es necesario solo dejar ir el día, así hoy.

¿Puede haber un déjà vu dentro de un sueño?

Caminaba hacia ningún lado, pensando, creando estrategias que me permitieran superar mis conflictos laborales, entonces escuche claro y fuerte la letra de la canción:

“The dawn is breaking
A light shining through
You're barely waking
And I'm tangled up in you”

La conversación con mis jefes no me permitían encontrar el centro de mis palabras, simplemente me estaba escapando adentro de mi mente. Intentaba pensar con claridad pero solo podía escucharlos hablar, hablar y hablar... mi mente comenzaba a fragmentarse.

“Even the best fall down sometimes
Even the wrong words seem to rhyme
Out of the doubt that fills my mind
I somehow find
You and I collide”

Finalmente pude salir de esas cuatro paredes, pueden pasar las cosas mas absurdas un sueño, de pronto me encontraba en el parque donde solía jugar cuando era niño, camine un poco, entonces frente a la iglesia escuche claro y fuerte esa música que invadia el aire, no pude resistir mirar en direccion hacia mi casa.

“Don't stop here
I lost my place
I'm close behind”

Y al querer correr rumbo al único lugar que siempre habría de estar ahí, una enorme sensación de tristeza me inundo el cuerpo, un mar de lágrimas amenazaba con brotarme de los ojos... entonces desperté en mi habitación vacía, con unas terribles ganas de llorar sin razón alguna, con una enorme melancolía dentro el pecho que comenzó a doler.

“Even the best fall down sometimes
Even the stars refuse to shine
Out of the back you fall in time
I somehow find
You and I collide”

Me senté en la cama, tratando de poner mi mente en orden. Era solo un sueño... no ha sido el mejor de los días... y termine por reír como idiota en la oscuridad de mi habitación.




21 de marzo de 2009

Pensaba que Tokio sería diferente

No puedo tener una peor fotografía.

Miro de nuevo mi imagen en el pasaporte, podría explicar las razones por las cuales ese día todo sucedió como no debería, dejando como recuerdo la peor foto de pasaporte.

Pensaba que Tokio sería diferente.

Todo es tan Hi-Tech que al final termino por liarme en esos extraños casos de ignorancia tecnológica de la cual no consigo escapar, claro deja de lado el idioma, esos símbolos que se leen de forma nada occidental y ni escrito en romanji me termino por enterar como es que se enciende el televisor.

Solo a mi se me ocurre comprar un bonsái. Pero cuado lo vi fue como trasladarme algún punto de mi infancia, algo así como un déjà vu. Había olvidado por completo esa imagen que durante un verano completo aparecía en la ventana de mi habitación en un sitio que no preciso identificar, pero era verano y era yo un niño.

Lo recuerdo en la cima de esa pequeña colina, justo en la cima, con su tronco perfectamente recto y sus ramas extendidas hacia el cielo. Muchas veces intente llegar hasta el, pero en realidad se encontraba demasiado lejos de la casa que mis padres rentaron para pasar el verano. Ahora que lo pienso, recuerdo también a mi madre leyéndome “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry... lo recuerdo bien y en el alma se me dibuja una sonrisa.

No sé porque extraña razón llame a ese árbol Baobab, pero siempre que veía por mi ventana ya fuera al amanecer, a mediodía, al atardecer, iluminado por la luna, o en las noches de tormenta, sabía que el siempre estaría ahí.

Es extraño como al ver ese pequeño bonsái en una pequeña calle de Kyoto, todo un mundo de cosas comenzaron a desgranarse desde el recuerdo hasta mis ojos. Ahí estaba Baobab, pequeño, solo, en medio de miles de otros pequeños árboles. No lo dude, aun faltaba una semana para regresar a Londres, pero no podía dejarlo en ese lugar.

Ahora esta aquí conmigo, esperando que no haya ningún problema para que me acompañe en este vuelo Tokio - Los Ángeles - Ámsterdam - Londres. Mientras los nervios de la espera me hacen ver una y otra vez esta horrible foto de mi pasaporte.

Pensaba que Tokio sería diferente.

Esto es increíble.

No puedo tener una peor fotografía.

15 de marzo de 2009

Y caí

Y sí.

Pero cerré de pronto las ventanas, estrellándome la cara con el tufo insoportable del miedo entre los ojos. Mas no por eso deje de mirar hacia el fondo de la oscuridad de la calle en la que mi sueño se extendía como en un precipicio.

Todo es ficción.

Bueno en un sueño todo es ficticio ¿no?

Pase de largo por el comedor de frutas de papel que giraban en las aspas de un ventilador antiguo, el polvo de los recuerdos de tantos años perdidos en el caparazón de mi pensamiento, se coló en mis pulmones haciendo girar por el suelo.

Y caí.

Desperté en medio de una conciencia aun inconsciente.

Aun no amanecía del todo, una breve luz azulada podía tenderse en el suelo entre la ventana y mi cama. A lo lejos es ya de día pensé, lastima que en París apenas son las cinco de la mañana.

Tenía tanto por hacer como para dejarme asustar por un sueño, pero aun así las circunstancias fugaces se planteaban amenazadoras. Tenia miedo y tarde mucho en comprenderlo.

La luz se intensifico de a poco y finalmente llego 54 minutos después de que el polvo de los recuerdos de tantos años perdidos en el caparazón de mi pensamiento me hiciera regresar al verdadero suelo donde sé que los sueños no son ciertos.

8 de marzo de 2009

Una pequeña araña

Una pequeña araña gira en círculos sobre el reporte que debo entregar mañana.

Recorre el papel confundida, perdida, intentando encontrar hacia donde debería ir.

Se ha quedado quieta, sus pequeñas patas ceden a ese movimiento caótico de hace unos segundos.

Corre hacia el centro del papel, la tinta oscura la confunde, brinca entre las letras, pareciera que no puede salir de ahí. Se queda quieta un momento, es como si mirase y calculara la salda a este páramo yermo que es mi reporte para entregar mañana.

Finalmente logra llegar a la orilla del papel blanco, dubitativa ve el color de la madera del escritorio expandirse infinitamente. Intenta salir, pero se detiene y regresa hacia el centro del papel, donde vuelve a sus giros inconclusos.

¿Qué pasara por la mente de ese fragmento de vida?

¿Qué haría un humano de encontrarse en esa situación?

¿Qué harías tu?

¿Brincarías a la superficie color tierra hasta perderte en el infinito que aparenta?

¿Permanecerías en la hoja de papel a medio llenar girando simplemente?

Debo llenar el reporte, es preciso que la pequeña araña busque un nuevo lugar seguro. Sacudo levemente el papel. Cae sobre el escritorio y asustada corre hacia el teléfono que es el objeto mas cercano, la veo refugiarse debajo de el.

Después de hoy, tal vez nunca la vuelva a ver.

7 de marzo de 2009

Donde...

Se delinea despacito el último intento absurdo por clarificar la mente, aun a estas horas de la mañana puedo pensar en encontrar la aguja en el pajar.

Estupideces. Me repito a mí mismo.

¿Qué carajos me esta pasando?

No termino de bostezar cuando la alarma suena, no me sirve de nada si ya estoy despierto, la dejo sonar hasta que finalmente el sonido me parece demasiado cliché.

El cabello en mi almohada me recuerda que el tiempo se me esta cayendo.

Paso de largo por el corredor extenso que me lleva de la habitación hasta el patio trasero. La luz parece multiplicarse y dejarse extender por todos lados conforme los segundos pasan.

No parece amanecer simplemente por absurdas razones sospechosas, simplemente amanece y ya esta.

Tengo frío a pesar de que no estamos ni a 18 grados centígrados, crujen las hojas caídas en el suelo, el gato me mira con la simpleza matutina que le caracteriza.

¿Qué quieres pinché gato?

Ni se inmuta, me mira fijo, bosteza y se lame las patas. Su indiferencia me conmueve. Este gato no sé de donde ha salido, lo único seguro es que no planea irse pronto, ahí esta siempre igual que hace cuatro años, mirando el mundo nada más.

Tengo que tomar el tren de las nueve, pero aun me parece todo tan lejano.

Suspiro profundo ante mi incapacidad de acomodar en un solo plano las ideas clave de una noche sin sentido.

Recuerdo vagamente el eco de tu voz de un extremo de la calle al otro, ese miedo inútil, aquel beso robado, la incertidumbre de tus ojos y el sexo inconcluso. Todo fue nada.

Y sin embargo tus piernas huyeron de las mías justo cuando tu cuerpo temblaba en medio de un suspiro que me parecía eterno, el silencio entre nuestros cuerpos fue certero, no podía decirte mas nada, todo era producto de un sueño.

Y despierto como estúpido en mi cama, goteando palabras inconclusas, simplemente deseándote... anhelándote... queriendome ahogar en tu cuerpo.

Tengo que tomar el tren de las nueve.

¿Dónde estas carajos? ¿a dónde es que te has ido?