La diferencia de clima era lo que mas odiaba de regresar a casa.
Necesitaba un poco de mucho tiempo para estar bien ahora. Las decisiones a veces pueden llevarnos por caminos equivocados, y sin embargo confiaba en que algún aprendizaje se lleva en el error, pero ya había perdido demasiado.
- Y ahora, ¿Conseguirás trabajo en algún hotel aquí? tu padre conoce a mucha agente, podría conseguirte trabajo de lo que sea - Su madre le comento mientras almorzaban los dos solos ese sábado.
Su padre había salido muy temprano, y sus hermanos habían ido a trabajar.
- No planeo quedarme aquí mas que este fin de semana, mamá; no debes de preocuparte por mi, ya te he dicho que allá estoy bien - Le contestó el con toda la calma mientras terminaba el café.
Su madre le escucho mientras veía el televisor, entonces lo miro a los ojos y le dijo:
- Alguien con tus estudios no debería trabajar de...
- Ya te he dicho que no pienso hablar del asunto, si he perdido mi tiempo es mi decisión.
- Los poetas se mueren de hambre
- Yo no quiero ser poeta
- ¿Entonces? ¿Por que no te consigues un trabajo decente?
- Mi trabajo es decente mamá
- ¿Por qué no te vas con tu hermano a Morelia, allá puede haber algo para ti?
- Mamá, Axel tiene suficientes cosas en que pensar...
- Pero...
- Pero nada.. y ya no quiero hablar de esto. - Puntualizó de la forma mas amable.
Se levanto del comedor y se fue a la sala, encendió el receptor de televisión satelital. Cambió de canal una y otra vez. No había nada interesante un sábado por la mañana, ni en la televisión de paga.
Entonces se abrió la puerta.
- ¿No se supone deberías de estar trabajando? - Le preguntó a su hermano Lenin que acababa de entrar
- Sí, pero ya no hay trabajo que hacer el día de hoy. Y ya que estas aquí, me lanze de una vez para irnos a la playa. ¿Te late?
- Va, pero dejame buscar mi gorra que le preste a Andre
- Sale, dejame busco mis pastillas para la migraña
Sonó el teléfono celular. Miró en el display. Era ella. Contestó con un poco de ansiedad.
- Hey
- Hola Alek
- ¿Cómo estas?
- Super, ¿tu qué tal? Te pierdes
- Bueno, después de terminar no esperabas verme diario
- Ya, no hablemos de eso
- Bien... ¿entonces de que hablamos?
Hubo un silencio en la linea, ella respiró profundo y finalmente dijo.
- ¿Qué ha sido de tu vida? Después de que dejaste la compañía y supe que no te aceptaron en la beca y todo ese rollo del concurso de letras y no se que onda.
- Nada, no he hecho nada, sigo igual que antes.
- Lo siento, no quería decir algo que te molestara
- No me molesta, es solo que me caga hablar de eso, por eso me vine a respirar otros aires
- ¿No estas en Toluca?
- No, estoy en cada de mis padres
- Vaya, yo que pensaba invitarte al DF a ver a...
- ¿A quien?
- A nuestra banda... ya sabes... vienen a tocar... este martes...
- Si lo sé, pero no puedo ir
- Pensaba invitarte ya sabes, es nuestra banda...
- Era
- El que nuestra relación terminara no significa que la banda ya no te guste
- Me es indiferente todo eso ya ahora
- Ok
- ¿Para eso me llamaste?
- Quería saber como estabas
- Estoy bien, no te preocupes por mi
- ¿Que onda con lo de la poesía?
- Ya no hay poesía
- ¿Y eso?
- Ya no hay
- Bueno, deberías de intentarlo...
- No necesito mentiras piadosas, sé que nunca soportaste estar comprometida con un el gran ejecutivo que de pronto prefirió perseguir su sueño de ser poeta
- Te equivocas
- ¿Sabes? No tengo ganas de hablar de toda esta mierda
- Lo siento por lo que voy a decirte, pero no deberías de estar tan amargado, todo lo que tienes ahora te lo has buscado...
Alek presionó la tecla del fin de llamada en el teléfono. Lo apagó. Se dirigió a la recámara del cuarto de su hermano, buscó su gorra entre el desmadre de cosas que había, se fijó debajo de la cama, encontró ahí una mochila, la sacó y la abrió esperando hallar adentro su gorra, pero no, lo único que encontró fueron 26 kilos de cocaína.
Necesitaba un poco de mucho tiempo para estar bien ahora. Las decisiones a veces pueden llevarnos por caminos equivocados, y sin embargo confiaba en que algún aprendizaje se lleva en el error, pero ya había perdido demasiado.
- Y ahora, ¿Conseguirás trabajo en algún hotel aquí? tu padre conoce a mucha agente, podría conseguirte trabajo de lo que sea - Su madre le comento mientras almorzaban los dos solos ese sábado.
Su padre había salido muy temprano, y sus hermanos habían ido a trabajar.
- No planeo quedarme aquí mas que este fin de semana, mamá; no debes de preocuparte por mi, ya te he dicho que allá estoy bien - Le contestó el con toda la calma mientras terminaba el café.
Su madre le escucho mientras veía el televisor, entonces lo miro a los ojos y le dijo:
- Alguien con tus estudios no debería trabajar de...
- Ya te he dicho que no pienso hablar del asunto, si he perdido mi tiempo es mi decisión.
- Los poetas se mueren de hambre
- Yo no quiero ser poeta
- ¿Entonces? ¿Por que no te consigues un trabajo decente?
- Mi trabajo es decente mamá
- ¿Por qué no te vas con tu hermano a Morelia, allá puede haber algo para ti?
- Mamá, Axel tiene suficientes cosas en que pensar...
- Pero...
- Pero nada.. y ya no quiero hablar de esto. - Puntualizó de la forma mas amable.
Se levanto del comedor y se fue a la sala, encendió el receptor de televisión satelital. Cambió de canal una y otra vez. No había nada interesante un sábado por la mañana, ni en la televisión de paga.
Entonces se abrió la puerta.
- ¿No se supone deberías de estar trabajando? - Le preguntó a su hermano Lenin que acababa de entrar
- Sí, pero ya no hay trabajo que hacer el día de hoy. Y ya que estas aquí, me lanze de una vez para irnos a la playa. ¿Te late?
- Va, pero dejame buscar mi gorra que le preste a Andre
- Sale, dejame busco mis pastillas para la migraña
Sonó el teléfono celular. Miró en el display. Era ella. Contestó con un poco de ansiedad.
- Hey
- Hola Alek
- ¿Cómo estas?
- Super, ¿tu qué tal? Te pierdes
- Bueno, después de terminar no esperabas verme diario
- Ya, no hablemos de eso
- Bien... ¿entonces de que hablamos?
Hubo un silencio en la linea, ella respiró profundo y finalmente dijo.
- ¿Qué ha sido de tu vida? Después de que dejaste la compañía y supe que no te aceptaron en la beca y todo ese rollo del concurso de letras y no se que onda.
- Nada, no he hecho nada, sigo igual que antes.
- Lo siento, no quería decir algo que te molestara
- No me molesta, es solo que me caga hablar de eso, por eso me vine a respirar otros aires
- ¿No estas en Toluca?
- No, estoy en cada de mis padres
- Vaya, yo que pensaba invitarte al DF a ver a...
- ¿A quien?
- A nuestra banda... ya sabes... vienen a tocar... este martes...
- Si lo sé, pero no puedo ir
- Pensaba invitarte ya sabes, es nuestra banda...
- Era
- El que nuestra relación terminara no significa que la banda ya no te guste
- Me es indiferente todo eso ya ahora
- Ok
- ¿Para eso me llamaste?
- Quería saber como estabas
- Estoy bien, no te preocupes por mi
- ¿Que onda con lo de la poesía?
- Ya no hay poesía
- ¿Y eso?
- Ya no hay
- Bueno, deberías de intentarlo...
- No necesito mentiras piadosas, sé que nunca soportaste estar comprometida con un el gran ejecutivo que de pronto prefirió perseguir su sueño de ser poeta
- Te equivocas
- ¿Sabes? No tengo ganas de hablar de toda esta mierda
- Lo siento por lo que voy a decirte, pero no deberías de estar tan amargado, todo lo que tienes ahora te lo has buscado...
Alek presionó la tecla del fin de llamada en el teléfono. Lo apagó. Se dirigió a la recámara del cuarto de su hermano, buscó su gorra entre el desmadre de cosas que había, se fijó debajo de la cama, encontró ahí una mochila, la sacó y la abrió esperando hallar adentro su gorra, pero no, lo único que encontró fueron 26 kilos de cocaína.
Voz en off: A veces hay cosas que guardamos para nosotros, pero siempre hay un riesgo de que alguien busque debajo de la cama y las encuentre.
Dashboard Confessional - Vindicated
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