Caía la mañana frente a sus ojos cálidos y miraba como pasaban las horas para que llegara el mediodía, el tiempo se escurría, espera con ansia salir a comer con la persona misteriosa de los mensajes en las mesas de la cafetería. Se respiraba una aire extraño y en su mente subió la ansiedad de volumen, por lo que tomo otro trago a su descafeinado.
Cansada de esperar tomo el móvil, vio la hora y se dio cuenta de que había algo mal... la hora era antes del mediodía cuando justo el tiempo iniciaba, entonces un ruido la regreso a la realidad, alguien se sentó frente a ella y desconoció esos ojos cenizos y abiertos hacia adentro, viendo claramente el alma del desconocido (que conocía perfecto su historia), que la escribía en las mesas de la cafetería, que la intrigaba y eso era algo que pocas veces pasaba.
Ahí estaba el también, sin saber que hacer, mientras en el aire detectaba la atmósfera corrompida; entonces, el le dijo: Buenas noches...
Cansada de esperar tomo el móvil, vio la hora y se dio cuenta de que había algo mal... la hora era antes del mediodía cuando justo el tiempo iniciaba, entonces un ruido la regreso a la realidad, alguien se sentó frente a ella y desconoció esos ojos cenizos y abiertos hacia adentro, viendo claramente el alma del desconocido (que conocía perfecto su historia), que la escribía en las mesas de la cafetería, que la intrigaba y eso era algo que pocas veces pasaba.
Ahí estaba el también, sin saber que hacer, mientras en el aire detectaba la atmósfera corrompida; entonces, el le dijo: Buenas noches...
buenas noches!
ResponderEliminarJajajajaja, yuhuuu! Un relato por partes, mis favoritos, jajajaja.
ResponderEliminarEspero que lo tengas más o menos planeado, porque si no te aviso, lo vas a pasar mal para completarlo.
Está bien escrito, quizás algo confuso, porque faltan referentes de lugar, aunque se supone que está en la cafetería, y el tiempo va bailando, supongo que tú lo controlas.
Mucha suerte. Estaré atento al desenlace.