12 de diciembre de 2008

Fe

Ella es bonita, su mirada puede atravesar tu universo, pero ella nunca te dirá nada cuanto puede ver en ti. Sus ojos oscuros pueden reflejar la vía láctea en las noches y ella siempre guarda la magia de las estrellas en sus lágrimas. No le gusta llorar, pero a veces lo hace bajito, dejando escapar agua estelar sobre el asfalto recocido y sobre las camas vacías donde duerme cuando hace frío.

Ella es muy bonita, lo suficiente para vender su cuerpo en el verano y fumar cigarros baratos en invierno.

Ella ha olvidado todo lo que una persona normal debería recordar, incluso su nombre, ha buscado algo trivial para que la gente la llame porque tiene la convicción de que un día podrá escapar de la miseria que le experimenta el sexo.

A veces cuando diciembre llega a sus manos puede leer el viento, es por eso que usa guantes para no perderse en la voz que el aire que le habla. Ella habla poco, porque entiende que toda la belleza que el sonido de la voz produce, sus palabras sonaran torpes al aire y prefiere hablar para si, cantar para si, para ella solamente ha de resonar su voz. Y quiero creer que para mi también.

Y aun a pesar de toda la miseria que le puede cubrir su cuerpo, ella cree en algo aun mucho mas grande que el universo (ese que ella prefecto puede ver). Mas allá de sus pechos caídos, mas allá de su cuerpo de tantos hombres, ella siempre cree en algo mas grande que mueve el agua del mar, que hace brillar al sol, que le dice al viento que le hable en sus manos únicamente en diciembre.

Ella cree pero a veces lo olvida.

Yo la he visto en las tardes, en la playa principal, mojando sus pies a la orilla de la playa, en las tibias olas del mar, indiferente a todos los turistas que pasan por su lado; yo la sigo con la mirada cuando se dirige lenta al paseo del pescador, entonces abre sus brazos para recibir el golpe del mar al chocar con las rocas y a veces la veo abrir su boca para saborear las gotas de mar que caen un sus labios.

Ella es bonita. A veces cuando la veo en la parte mas alta me parece que se quiere lanzar en las piedras azarosas que cubren el paseo del pescador. Entonces me acerco un poco mas para detenerla, pero entonces no sé quien es el fantasma, si ella o yo. No sé quien no esta en realidad aquí.

Antes de que el sol se lleve su luz a las profundidades del mar se dirige hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la iglesia de los pescadores del pueblo, se sienta en la tercera fila del lado izquierdo junto a la entrada principal. Y reza en voz baja, habla con Dios (porque ella sabe que el existe), aunque a veces en las noches de amor de a ratos se le olvide; siempre mantiene su fe atada en sus párpados para no olvidarla cuando unos labios desconocidos la recorren; reza quedito en la iglesia hasta que el cura le dice que es hora de cerrar.

Ella sé me escucha a veces, aunque no me conoce y sabe que cuando salga de este sitio de mar donde nunca su cuerpo tendrá verdadero dueño; mi voz sonara aun mas clara y fuerte dentro de su piel, ella lo cree... y yo también.

Cada vez que es diciembre y la iglesia se llena en días como el de hoy, ella siempre reza desde la calle. Ella es bonita y mas bonita aun cuando el viento frío, que a veces se escapa de la sierra, mueve su cabello largo y oscuro. No sé porque la extraño si nunca la he sentido cerca, si nunca sus labios me han tocado, si sus manos jamas tomaron las mías, si sus ojos no pueden ver en mi universo... pero sobre todas estas cosas sé que a fin de cuentas ella siempre pide por mi en este día... aun cuando yo no nunca haya nacido.






The Voice Within

2 comentarios:

  1. Que tierna y cuánta nobleza describe tu texto acerca de la fe...siento que le pusiste vestido, rasgos, personalidad a este sentimiento que nos inunda a todos los que profesamos una fe viva y palpable...

    ¡Bien Escritor...me ha llegado tu mensaje!

    LIBELULA VIVIENTE

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  2. gran texto y gran cancion!

    benn!

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