Lloraba la tierra un sudor amargo,
lleno de pretéritos sin condenas ni fantasmas,
todo era silencio entonces...
pero el mar de sudor crecía cada noche bajo filamentos lunares.
Nada era entonces como en tu mente ahora. Nada.
Después, cuando el mar es tal como lo sientes ahora;
un sol aburrido se perdió entre los pliegues de un continente asfixiado,
y al caer en sus brazos todo cambió de pronto,
un éxtasis de nenúfares y lotos oscuros flotaron en la atmósfera,
llovía la muerte, llovía petróleo.
Antes de ayer naciste tú,
pero eso ya lo sabías,
a veces me olvido de todo,
a veces pierdo la cuenta del tiempo.
Pero no sé en que punto del planeta está la llave primigenia que extenderá cielos sobre tus manos e iluminará tus ojos de nubes sin tormentas.
¡No!.
Espera...
No saltes aun al universo vacío.
Aún nos queda una última esperanza.
Pero el recuerdo y el olvido no se entienden, no son la misma cosa,
si tan solo yo fuera un buen intérprete,
si tan solo mis huellas hablaran.
Anda... viene la aurora y el crisol de eclipses prohibidos,
tan solo un segundo.
Simplemente dispara... la sangre nos marcará el camino.
28 de diciembre de 2008
La promesa
En ocasiones todo se pinta de cielo oscuro
con nubes de tormenta índigo violento
las noches ya no encienden su fluorescencia
sobre la tierra se mezcla un halo de indiferencia
ecos imperfectos.
En el cristal húmedo de estupidez que me refleja
solo quedan restos de un sol que me bañaba,
vomito pretérito;
sangre reseca en tus pechos de inocencia muerta
en tu sexo todo aquello que faltará en el futuro.
Lasciva palabra que gira perdida en el eco
de una vacía promesa
solo un pendejo piensa que hay algo eterno.
Y mientras yo soy el único que ve la mentira que cubre tu gesto
no diré nada, hablara por si solo el recuerdo.
Mas sin embargo el momento es ahora:
detén el silencio con tu boca
rompe la puta palabra que gira muerta en el eco...
No se puede
tu saliva no puede detener el no tiempo
tu no puedes sostener con tus ojos al universo
no pienses en nada
no digas absolutamente nada
que yo me guardo la fe,
y a la esperanza,
la absurda esperanza yo me la reservo.
con nubes de tormenta índigo violento
las noches ya no encienden su fluorescencia
sobre la tierra se mezcla un halo de indiferencia
ecos imperfectos.
En el cristal húmedo de estupidez que me refleja
solo quedan restos de un sol que me bañaba,
vomito pretérito;
sangre reseca en tus pechos de inocencia muerta
en tu sexo todo aquello que faltará en el futuro.
Lasciva palabra que gira perdida en el eco
de una vacía promesa
solo un pendejo piensa que hay algo eterno.
Y mientras yo soy el único que ve la mentira que cubre tu gesto
no diré nada, hablara por si solo el recuerdo.
Mas sin embargo el momento es ahora:
detén el silencio con tu boca
rompe la puta palabra que gira muerta en el eco...
No se puede
tu saliva no puede detener el no tiempo
tu no puedes sostener con tus ojos al universo
no pienses en nada
no digas absolutamente nada
que yo me guardo la fe,
y a la esperanza,
la absurda esperanza yo me la reservo.
24 de diciembre de 2008
Esperanza
Sara pensaba en la familia que lejos se quedaron. Caminó a la recámara, abrió el closet y buscó dentro hasta encontrar esos pequeños restos de lo que era. Ahí estaba esa tela absurda, ahora, y al sentir su textura recordó cuanto añoraba caminar en los jardines de Shiraz, en sentir el calor del verano mientras veía la tarde pasar desde cualquier ventana.
Se puso la burka y sintió esa especie de transición hacia el pasado, sonrió un poco, miro sus ojos frente al espejo de la recámara, una lágrima corrió por su rostro. Recordó tantas cosas y terminó por quitarse la burka y para siempre la condeno en el fondo del cesto de basura.
Afuera hacía frío, del invierno en Londres no se podía esperar otra cosa. Tareq había salido a solucionar problemas en el embarque de la mercancía. Un día más encerrada en el remodelado complejo de modernas casas de la Western High Hill un nombre absurdo para un lugar tan plano. Recordó el primer invierno fuera de Shiraz, fuera de su mundo, habían cumplido seis meses de haberse casado y dos meses de haber llegado a Londres gracias al éxito de las industrias de su suegro.
- ¿Valdrán la pena tantos recuerdos? - Pensó y tomó el abrigo para dirigirse a ninguna parte, revisó llevar el móvil por cualquier cosa. Su paso era lento, miles de cosas se movían en su mente.
Cuando paso por el orfanato St. Joseph se dio cuenta de que la noche había caído ya, se despejo y vio el móvil para verificar la hora, un poco mas de las diecinueve horas. Miro el umbral de la entrada y escucho unas voces que cantaban, ingresó siguiendo esos infantiles coros, vio entonces un escenario donde los pequeños cantores se encontraban y vio filas de hileras con adultos que hacían de audiencia. Se sentó en una de las sillas vacías de la ultima fila del lado derecho. Cuando los chicos terminaron de cantar les aplaudió de forma tímida acompañando al resto de los invitados. Escucho que a continuación se presentaría la pastorela que cada año el orfanato presenta a sus benefactores.
Nunca había visto la representación de ese personaje que tan extraño le parecía, tan ajeno a ella, Jesús... pero había algo en esos pequeños abandonados que la hicieron meterse en el nacimiento de ese personaje. A pesar de tener seis años de casada, aun no tenían un hijo, Tareq no consideraba adecuado tener un hijo británico, cuando estuvieran en Pakistán con su familia lo harían, ella esperaba que su hijo no tuviera nada que ver con el oriente, no ahora que había cambiado tanto, cuando había decidido cosas que la hacían imposible de volver al pasado.
Una súbita oscuridad la trajo de vuelta al presente, se dejo llevar por las palabras de los niños, por la fe que desbordaban, sonrió al ver como el bien vencía el mal y recordó que esa lucha es exactamente la misma en cualquier religión del mundo; ella apostaba siempre por el bien.
Esperaba muchas cosas del mundo, de la vida, guardaba en su pecho una sensación que nació mucho antes que ella, esa inquebrantable fuerza que siempre le decía que todo es posible cuando se tiene fe en las cosas, guardaba viva esa llama que la hacia despertar día a día y esperaba con calma que un día sus sueños se convirtieran en realidad.
Aplaudió a los chicos cuando estos concluyeron la pastorela, entonces sonó el móvil, era Tareq que la esperaba en casa. Fue la primera en salir del orfanato y en la calle había comenzado a nevar.
Se puso la burka y sintió esa especie de transición hacia el pasado, sonrió un poco, miro sus ojos frente al espejo de la recámara, una lágrima corrió por su rostro. Recordó tantas cosas y terminó por quitarse la burka y para siempre la condeno en el fondo del cesto de basura.
Afuera hacía frío, del invierno en Londres no se podía esperar otra cosa. Tareq había salido a solucionar problemas en el embarque de la mercancía. Un día más encerrada en el remodelado complejo de modernas casas de la Western High Hill un nombre absurdo para un lugar tan plano. Recordó el primer invierno fuera de Shiraz, fuera de su mundo, habían cumplido seis meses de haberse casado y dos meses de haber llegado a Londres gracias al éxito de las industrias de su suegro.
- ¿Valdrán la pena tantos recuerdos? - Pensó y tomó el abrigo para dirigirse a ninguna parte, revisó llevar el móvil por cualquier cosa. Su paso era lento, miles de cosas se movían en su mente.
Cuando paso por el orfanato St. Joseph se dio cuenta de que la noche había caído ya, se despejo y vio el móvil para verificar la hora, un poco mas de las diecinueve horas. Miro el umbral de la entrada y escucho unas voces que cantaban, ingresó siguiendo esos infantiles coros, vio entonces un escenario donde los pequeños cantores se encontraban y vio filas de hileras con adultos que hacían de audiencia. Se sentó en una de las sillas vacías de la ultima fila del lado derecho. Cuando los chicos terminaron de cantar les aplaudió de forma tímida acompañando al resto de los invitados. Escucho que a continuación se presentaría la pastorela que cada año el orfanato presenta a sus benefactores.
Nunca había visto la representación de ese personaje que tan extraño le parecía, tan ajeno a ella, Jesús... pero había algo en esos pequeños abandonados que la hicieron meterse en el nacimiento de ese personaje. A pesar de tener seis años de casada, aun no tenían un hijo, Tareq no consideraba adecuado tener un hijo británico, cuando estuvieran en Pakistán con su familia lo harían, ella esperaba que su hijo no tuviera nada que ver con el oriente, no ahora que había cambiado tanto, cuando había decidido cosas que la hacían imposible de volver al pasado.
Una súbita oscuridad la trajo de vuelta al presente, se dejo llevar por las palabras de los niños, por la fe que desbordaban, sonrió al ver como el bien vencía el mal y recordó que esa lucha es exactamente la misma en cualquier religión del mundo; ella apostaba siempre por el bien.
Esperaba muchas cosas del mundo, de la vida, guardaba en su pecho una sensación que nació mucho antes que ella, esa inquebrantable fuerza que siempre le decía que todo es posible cuando se tiene fe en las cosas, guardaba viva esa llama que la hacia despertar día a día y esperaba con calma que un día sus sueños se convirtieran en realidad.
Aplaudió a los chicos cuando estos concluyeron la pastorela, entonces sonó el móvil, era Tareq que la esperaba en casa. Fue la primera en salir del orfanato y en la calle había comenzado a nevar.
Heaven's Table
16 de diciembre de 2008
La incuestionable duda perpetua del universo expandiéndose en la laguna mental de un tele-vidente nocturno
Comenzare desde donde recuerdo... una mancha en el cielo oscuro, que se movía a cada hora, plana, brillante; una cobija de estrellas para mi en esa media noche infantil, de campamentos y de sueños a la luz de la luna.
Ahí estaban mis padres, mis hermanos y yo con mis ocho años... veía el cielo, como rara vez se podía observar en la ciudad, con esa mancha que se movía cada vez que despertaba y abría mis ojos en el techo de la noche.
El universo se expande dijo el profesor de geografía en la clase y pensé que tal vez se había escapado un gas de Júpiter y se estaba desinflando esa noche, pero el profesor dijo muy serio que el Shumaker-Levy eran granos de arena comparados con el gigante del sistema solar.
Comenzare desde donde recuerdo y ahora que lo pienso era solo una duda estúpida... ¿el universo se esta rompiendo?... cuanto hubiera dado en ese entonces por ver un capitulo de los Expedientes secretos X, pero las locas ideas de mi padre... alguna día todos harán lo que nosotros: ecoturismo... y yo pensé... también pensaran lo mismo que yo... ¿el universo se esta rompiendo? no sé como, pero creía que en algún punto no todo era perfecto.
Con los años todo lo bueno de poderse asombrar por las pequeñas cosas resulto de ayuda cuando intente estudiar filosofía, pero decline de la idea y opte por lo mismo que mi padre había cultivado en mi, los viajes, el turismo, la naturaleza y así es que empecé de nuevo a apreciar el cielo que no se ve en la ciudad.
Años mas tarde...
Cuando recién me gradué hice el viaje de mi vida, por un país tercer mundista, ya que era mas barato y la gente tiende a ser mas amable, pase por caminos con gente que vive sin esperanzas, se reflejaron a mis ojos con miradas frías y con un aire de recelo por no poder comer lo que el antojo trae a la mente... entonces sentí que en algo mi vida debía servir a la de los demás.
Estaba montado en una antigua Vespa, cuando pensaba (recordaba y pensaba) ahí estaba la duda... la duda que nunca se aclaraba... no había respuesta entonces, no había respuesta mas clara, y sucedió de golpe... por un golpe... parapléjico.
Regrese a casa... en medio de la misma inactividad en mi cerebro, pero no estaba perdido del todo, aun buscaba la respuesta de un universo que se expande... en mi mismo.
En la silla de ruedas sentía como crecía la angustia, como carcomía cada centímetro del espacio que aun podía moverse sin mi voluntad. El recuerdo del pasado, del ayer no cesaban ni permitían un receso en el sinuoso camino que a partir de ese momento tenia que cumplir.
Los días de la terapia en el hospital trajeron consigo días grises y noches de tormenta, alguna vez pensé que el mundo moriría dentro de mi, cada día sin poder estar en pie, hacían caer sueños y esperanzas... pero de un modo u otro logre salir y la luz regreso a sus días y las estrellas volvieron a brillar por la noche.
Entonces ya no soy yo:
“Era una tarde calurosa, había visto cambiar el color de cielo desde la ventana de la habitación, se sentó en la cama, toco sus piernas, intento mover los dedos del pie derecho, y se sintió con fuerza para intentar levantarse, coloco los pies en el suelo, mantenía el equilibrio con sus manos aun en la cama y suspiro... dio un paso... tambaleo, y dio otro mas, inmediatamente quiso dar un tercer y lo logro, dio un quinto y vio la ventana cerca, entonces perdió fuerza en sus piernas y cayó al suelo hincado, intento levantarse, pero no podía, se acostó boca abajo finalmente y como pudo logro darse vuelta, y al ver hacia arriba observo la ventana abierta al universo, al universo infinito, a esa mancha de estrellas que se perdían en sus sueños, que se rompían tal vez y se quedó dormido.”
Entonces desperté del sueño, aun tenia ocho años, pero sabía como evitar el futuro.
Ahí estaban mis padres, mis hermanos y yo con mis ocho años... veía el cielo, como rara vez se podía observar en la ciudad, con esa mancha que se movía cada vez que despertaba y abría mis ojos en el techo de la noche.
El universo se expande dijo el profesor de geografía en la clase y pensé que tal vez se había escapado un gas de Júpiter y se estaba desinflando esa noche, pero el profesor dijo muy serio que el Shumaker-Levy eran granos de arena comparados con el gigante del sistema solar.
Comenzare desde donde recuerdo y ahora que lo pienso era solo una duda estúpida... ¿el universo se esta rompiendo?... cuanto hubiera dado en ese entonces por ver un capitulo de los Expedientes secretos X, pero las locas ideas de mi padre... alguna día todos harán lo que nosotros: ecoturismo... y yo pensé... también pensaran lo mismo que yo... ¿el universo se esta rompiendo? no sé como, pero creía que en algún punto no todo era perfecto.
Con los años todo lo bueno de poderse asombrar por las pequeñas cosas resulto de ayuda cuando intente estudiar filosofía, pero decline de la idea y opte por lo mismo que mi padre había cultivado en mi, los viajes, el turismo, la naturaleza y así es que empecé de nuevo a apreciar el cielo que no se ve en la ciudad.
Años mas tarde...
Cuando recién me gradué hice el viaje de mi vida, por un país tercer mundista, ya que era mas barato y la gente tiende a ser mas amable, pase por caminos con gente que vive sin esperanzas, se reflejaron a mis ojos con miradas frías y con un aire de recelo por no poder comer lo que el antojo trae a la mente... entonces sentí que en algo mi vida debía servir a la de los demás.
Estaba montado en una antigua Vespa, cuando pensaba (recordaba y pensaba) ahí estaba la duda... la duda que nunca se aclaraba... no había respuesta entonces, no había respuesta mas clara, y sucedió de golpe... por un golpe... parapléjico.
Regrese a casa... en medio de la misma inactividad en mi cerebro, pero no estaba perdido del todo, aun buscaba la respuesta de un universo que se expande... en mi mismo.
En la silla de ruedas sentía como crecía la angustia, como carcomía cada centímetro del espacio que aun podía moverse sin mi voluntad. El recuerdo del pasado, del ayer no cesaban ni permitían un receso en el sinuoso camino que a partir de ese momento tenia que cumplir.
Los días de la terapia en el hospital trajeron consigo días grises y noches de tormenta, alguna vez pensé que el mundo moriría dentro de mi, cada día sin poder estar en pie, hacían caer sueños y esperanzas... pero de un modo u otro logre salir y la luz regreso a sus días y las estrellas volvieron a brillar por la noche.
Entonces ya no soy yo:
“Era una tarde calurosa, había visto cambiar el color de cielo desde la ventana de la habitación, se sentó en la cama, toco sus piernas, intento mover los dedos del pie derecho, y se sintió con fuerza para intentar levantarse, coloco los pies en el suelo, mantenía el equilibrio con sus manos aun en la cama y suspiro... dio un paso... tambaleo, y dio otro mas, inmediatamente quiso dar un tercer y lo logro, dio un quinto y vio la ventana cerca, entonces perdió fuerza en sus piernas y cayó al suelo hincado, intento levantarse, pero no podía, se acostó boca abajo finalmente y como pudo logro darse vuelta, y al ver hacia arriba observo la ventana abierta al universo, al universo infinito, a esa mancha de estrellas que se perdían en sus sueños, que se rompían tal vez y se quedó dormido.”
Entonces desperté del sueño, aun tenia ocho años, pero sabía como evitar el futuro.
12 de diciembre de 2008
Fe
Ella es bonita, su mirada puede atravesar tu universo, pero ella nunca te dirá nada cuanto puede ver en ti. Sus ojos oscuros pueden reflejar la vía láctea en las noches y ella siempre guarda la magia de las estrellas en sus lágrimas. No le gusta llorar, pero a veces lo hace bajito, dejando escapar agua estelar sobre el asfalto recocido y sobre las camas vacías donde duerme cuando hace frío.
Ella es muy bonita, lo suficiente para vender su cuerpo en el verano y fumar cigarros baratos en invierno.
Ella ha olvidado todo lo que una persona normal debería recordar, incluso su nombre, ha buscado algo trivial para que la gente la llame porque tiene la convicción de que un día podrá escapar de la miseria que le experimenta el sexo.
A veces cuando diciembre llega a sus manos puede leer el viento, es por eso que usa guantes para no perderse en la voz que el aire que le habla. Ella habla poco, porque entiende que toda la belleza que el sonido de la voz produce, sus palabras sonaran torpes al aire y prefiere hablar para si, cantar para si, para ella solamente ha de resonar su voz. Y quiero creer que para mi también.
Y aun a pesar de toda la miseria que le puede cubrir su cuerpo, ella cree en algo aun mucho mas grande que el universo (ese que ella prefecto puede ver). Mas allá de sus pechos caídos, mas allá de su cuerpo de tantos hombres, ella siempre cree en algo mas grande que mueve el agua del mar, que hace brillar al sol, que le dice al viento que le hable en sus manos únicamente en diciembre.
Ella cree pero a veces lo olvida.
Yo la he visto en las tardes, en la playa principal, mojando sus pies a la orilla de la playa, en las tibias olas del mar, indiferente a todos los turistas que pasan por su lado; yo la sigo con la mirada cuando se dirige lenta al paseo del pescador, entonces abre sus brazos para recibir el golpe del mar al chocar con las rocas y a veces la veo abrir su boca para saborear las gotas de mar que caen un sus labios.
Ella es bonita. A veces cuando la veo en la parte mas alta me parece que se quiere lanzar en las piedras azarosas que cubren el paseo del pescador. Entonces me acerco un poco mas para detenerla, pero entonces no sé quien es el fantasma, si ella o yo. No sé quien no esta en realidad aquí.
Antes de que el sol se lleve su luz a las profundidades del mar se dirige hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la iglesia de los pescadores del pueblo, se sienta en la tercera fila del lado izquierdo junto a la entrada principal. Y reza en voz baja, habla con Dios (porque ella sabe que el existe), aunque a veces en las noches de amor de a ratos se le olvide; siempre mantiene su fe atada en sus párpados para no olvidarla cuando unos labios desconocidos la recorren; reza quedito en la iglesia hasta que el cura le dice que es hora de cerrar.
Ella sé me escucha a veces, aunque no me conoce y sabe que cuando salga de este sitio de mar donde nunca su cuerpo tendrá verdadero dueño; mi voz sonara aun mas clara y fuerte dentro de su piel, ella lo cree... y yo también.
Cada vez que es diciembre y la iglesia se llena en días como el de hoy, ella siempre reza desde la calle. Ella es bonita y mas bonita aun cuando el viento frío, que a veces se escapa de la sierra, mueve su cabello largo y oscuro. No sé porque la extraño si nunca la he sentido cerca, si nunca sus labios me han tocado, si sus manos jamas tomaron las mías, si sus ojos no pueden ver en mi universo... pero sobre todas estas cosas sé que a fin de cuentas ella siempre pide por mi en este día... aun cuando yo no nunca haya nacido.
Ella es muy bonita, lo suficiente para vender su cuerpo en el verano y fumar cigarros baratos en invierno.
Ella ha olvidado todo lo que una persona normal debería recordar, incluso su nombre, ha buscado algo trivial para que la gente la llame porque tiene la convicción de que un día podrá escapar de la miseria que le experimenta el sexo.
A veces cuando diciembre llega a sus manos puede leer el viento, es por eso que usa guantes para no perderse en la voz que el aire que le habla. Ella habla poco, porque entiende que toda la belleza que el sonido de la voz produce, sus palabras sonaran torpes al aire y prefiere hablar para si, cantar para si, para ella solamente ha de resonar su voz. Y quiero creer que para mi también.
Y aun a pesar de toda la miseria que le puede cubrir su cuerpo, ella cree en algo aun mucho mas grande que el universo (ese que ella prefecto puede ver). Mas allá de sus pechos caídos, mas allá de su cuerpo de tantos hombres, ella siempre cree en algo mas grande que mueve el agua del mar, que hace brillar al sol, que le dice al viento que le hable en sus manos únicamente en diciembre.
Ella cree pero a veces lo olvida.
Yo la he visto en las tardes, en la playa principal, mojando sus pies a la orilla de la playa, en las tibias olas del mar, indiferente a todos los turistas que pasan por su lado; yo la sigo con la mirada cuando se dirige lenta al paseo del pescador, entonces abre sus brazos para recibir el golpe del mar al chocar con las rocas y a veces la veo abrir su boca para saborear las gotas de mar que caen un sus labios.
Ella es bonita. A veces cuando la veo en la parte mas alta me parece que se quiere lanzar en las piedras azarosas que cubren el paseo del pescador. Entonces me acerco un poco mas para detenerla, pero entonces no sé quien es el fantasma, si ella o yo. No sé quien no esta en realidad aquí.
Antes de que el sol se lleve su luz a las profundidades del mar se dirige hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la iglesia de los pescadores del pueblo, se sienta en la tercera fila del lado izquierdo junto a la entrada principal. Y reza en voz baja, habla con Dios (porque ella sabe que el existe), aunque a veces en las noches de amor de a ratos se le olvide; siempre mantiene su fe atada en sus párpados para no olvidarla cuando unos labios desconocidos la recorren; reza quedito en la iglesia hasta que el cura le dice que es hora de cerrar.
Ella sé me escucha a veces, aunque no me conoce y sabe que cuando salga de este sitio de mar donde nunca su cuerpo tendrá verdadero dueño; mi voz sonara aun mas clara y fuerte dentro de su piel, ella lo cree... y yo también.
Cada vez que es diciembre y la iglesia se llena en días como el de hoy, ella siempre reza desde la calle. Ella es bonita y mas bonita aun cuando el viento frío, que a veces se escapa de la sierra, mueve su cabello largo y oscuro. No sé porque la extraño si nunca la he sentido cerca, si nunca sus labios me han tocado, si sus manos jamas tomaron las mías, si sus ojos no pueden ver en mi universo... pero sobre todas estas cosas sé que a fin de cuentas ella siempre pide por mi en este día... aun cuando yo no nunca haya nacido.
The Voice Within
7 de diciembre de 2008
El poder de la voz
Tengo que admitir que a veces lo que escribo no lo veo mas allá de eso. Al escribir no pienso mucho para mi es un juego donde todo son letras ordenadas en oraciones que yo decido como acomodarlas. Pero cuando esas letras tienen voz, el efecto para mi es surreal.
A mi eso de leer lo que escribo no es algo que me tome en serio, mucho menos me pasa la idea de grabarlo. Pero cuando alguien toma algo tuyo y lo transforma en algo aun mas tangible (sé bien que no podemos tocar la voz pero podemos sentirla) para mi es extra - ordinario.
Escuchar mis letras me revela muchas cosas y me hace reflexionar en esa magia del sonido mezclado con las letras.
Hace un par de meses Bletisa grabó un texto sobre un domingo cualquiera y el resultado en realidad me conmovió. No pensaba que alguien narraría ese hecho tan trivial, pero que al escucharlo a mi me parecía en una dimensión diferente.
Ahora eDD decidió tomar un texto que se sale un poco de mi estilo para hacer el Huevocast 129 y me quede sin palabras al escucharlo. Y es porque ese texto en realidad nunca lo imagine en ese sentido y me parece así aun mas fuerte de lo que pensaba.
El poder que tiene la voz... le dan vida a las letras, le dan una nueva dirección y hacen real lo que esta escrito.
El efecto de sus voces se quedara en mi y por eso se los comparto, si acaso alguien quiere tomarse la molestia de pasar a escucharlos, solo den click en el titulo de ambos textos y los dirigirá a la pagina de cada creador. En el caso de "Una hamaca en el corredor" solo tienen que dar play en el pequeño reproductor que aparecera en la pagina del enlace, en cuanto a "20" el reproductor se encuentra en la parte superior derecha del blog, tienen que adelantar la pista hasta encontrar el Huevocast 129 y listo.
Dejen su comentario para los creadores de estos podcasts.
Gracias a ambos por regalar sus voces a mis letras.
Bismark
En una hamaca en el corredor:
Debajo de la sombra del almendro caían las pequeñas hojas del tamarindo seco, amenazaba con llover como lo había estado haciéndolo todos estos días. A veces el sol se colaba entre las nubes y caía al suelo dibujando trazos uniformes en el patio, el viento a veces frío llegaba de la sierra con un cierto olor a tierra mojada, pero nada ya era un signo de que en realidad fuera a llover.
Pasaba la gente a la playa como todos los domingos, en la iglesia se preparaban para la misa de cinco, los niños bostezaban con pasos flojos al catecismo, mientras los adultos bien arregladitos se dirigían a tomar el camión para ir al centro de Zihuatanejo a los domingos culturales, a pasar el rato, a verse con su peor es nada, que se yo a donde van tan peinados y tan decentes mis vecinos.
Suena el teléfono, alguien adentro contesta, estoy sudando, ¿como es posible que haga calor? Cierro los ojos un momento me dejo llevar por los sonidos de un domingo ordinario en mi pueblo, es extraño que aun se pueda oír el mar, incluso hoy, a veces quisiera poder verlo desde aquí, sin moverme; abro los ojos de nuevo, el escandalo de los vecinos no me permite concentrarme mas...
Aun no son las cinco... y ya esta lloviendo.
20:
Alcohol
sin razón,
el todo,
la vida plena,
cocaína...
todo el mundo hoy es para mi.
La noche apenas comienza, la nada y la inconsciencia terminan por ceder ante un pequeño y turbio pensamiento que si bien no lastima si molesta: "Perderás Todo".
A la chingada.
Es mi vida y salgo mentando madres, empujando todo: el eco, el miedo, el vacío y la culpa.
Todo es una melodía tan chida, tan alucinante, como el día de hoy...
¡Carajos!
Y camino... mientras recuerdo que todo el mundo soy yo y nada mas que yo... soy un pinche egoísta... y me vale madre.
Enciendo un cigarro... He olvidado la coca en el cuarto, ¡Puta madre!
Ya nada es fácil
¿Porque crecer es tan aburrido?
¿Donde esta el sexo por curiosidad y sin compromiso?
Coger, coger y coger... nada mas chido que eso, ahora te la pelas con la vieja que ya no te entiende en la casa... a la verga... nada es como antes y eso me caga...
Si tan solo fuera fácil... tener el valor de hacer y de decir las cosas que le vienen en gana, el mundo seria mejor... no la mierda en la que vivimos...
El mar, pinche mar... solo me recuerda que la soledad es mas ancha y que sabe a sexo.
La noche apenas comienza, la nada y la inconsciencia terminan por ceder ante un pequeño y turbio pensamiento que si bien no lastima si molesta: "Perderás Todo".
Tal vez lo pierda pero hoy lo único que sé es que...
Tengo que vivir... tengo que vivir...
Alcohol
sin razón,
el todo,
la vida plena,
cocaína...
todo el mundo hoy es para mi.
Veinte.
Voz en off: Pendejo... Despierta.
A mi eso de leer lo que escribo no es algo que me tome en serio, mucho menos me pasa la idea de grabarlo. Pero cuando alguien toma algo tuyo y lo transforma en algo aun mas tangible (sé bien que no podemos tocar la voz pero podemos sentirla) para mi es extra - ordinario.
Escuchar mis letras me revela muchas cosas y me hace reflexionar en esa magia del sonido mezclado con las letras.
Hace un par de meses Bletisa grabó un texto sobre un domingo cualquiera y el resultado en realidad me conmovió. No pensaba que alguien narraría ese hecho tan trivial, pero que al escucharlo a mi me parecía en una dimensión diferente.
Ahora eDD decidió tomar un texto que se sale un poco de mi estilo para hacer el Huevocast 129 y me quede sin palabras al escucharlo. Y es porque ese texto en realidad nunca lo imagine en ese sentido y me parece así aun mas fuerte de lo que pensaba.
El poder que tiene la voz... le dan vida a las letras, le dan una nueva dirección y hacen real lo que esta escrito.
El efecto de sus voces se quedara en mi y por eso se los comparto, si acaso alguien quiere tomarse la molestia de pasar a escucharlos, solo den click en el titulo de ambos textos y los dirigirá a la pagina de cada creador. En el caso de "Una hamaca en el corredor" solo tienen que dar play en el pequeño reproductor que aparecera en la pagina del enlace, en cuanto a "20" el reproductor se encuentra en la parte superior derecha del blog, tienen que adelantar la pista hasta encontrar el Huevocast 129 y listo.
Dejen su comentario para los creadores de estos podcasts.
Gracias a ambos por regalar sus voces a mis letras.
Bismark
En una hamaca en el corredor:
Debajo de la sombra del almendro caían las pequeñas hojas del tamarindo seco, amenazaba con llover como lo había estado haciéndolo todos estos días. A veces el sol se colaba entre las nubes y caía al suelo dibujando trazos uniformes en el patio, el viento a veces frío llegaba de la sierra con un cierto olor a tierra mojada, pero nada ya era un signo de que en realidad fuera a llover.
Pasaba la gente a la playa como todos los domingos, en la iglesia se preparaban para la misa de cinco, los niños bostezaban con pasos flojos al catecismo, mientras los adultos bien arregladitos se dirigían a tomar el camión para ir al centro de Zihuatanejo a los domingos culturales, a pasar el rato, a verse con su peor es nada, que se yo a donde van tan peinados y tan decentes mis vecinos.
Suena el teléfono, alguien adentro contesta, estoy sudando, ¿como es posible que haga calor? Cierro los ojos un momento me dejo llevar por los sonidos de un domingo ordinario en mi pueblo, es extraño que aun se pueda oír el mar, incluso hoy, a veces quisiera poder verlo desde aquí, sin moverme; abro los ojos de nuevo, el escandalo de los vecinos no me permite concentrarme mas...
Aun no son las cinco... y ya esta lloviendo.
20:
Alcohol
sin razón,
el todo,
la vida plena,
cocaína...
todo el mundo hoy es para mi.
La noche apenas comienza, la nada y la inconsciencia terminan por ceder ante un pequeño y turbio pensamiento que si bien no lastima si molesta: "Perderás Todo".
A la chingada.
Es mi vida y salgo mentando madres, empujando todo: el eco, el miedo, el vacío y la culpa.
Todo es una melodía tan chida, tan alucinante, como el día de hoy...
¡Carajos!
Y camino... mientras recuerdo que todo el mundo soy yo y nada mas que yo... soy un pinche egoísta... y me vale madre.
Enciendo un cigarro... He olvidado la coca en el cuarto, ¡Puta madre!
Ya nada es fácil
¿Porque crecer es tan aburrido?
¿Donde esta el sexo por curiosidad y sin compromiso?
Coger, coger y coger... nada mas chido que eso, ahora te la pelas con la vieja que ya no te entiende en la casa... a la verga... nada es como antes y eso me caga...
Si tan solo fuera fácil... tener el valor de hacer y de decir las cosas que le vienen en gana, el mundo seria mejor... no la mierda en la que vivimos...
El mar, pinche mar... solo me recuerda que la soledad es mas ancha y que sabe a sexo.
La noche apenas comienza, la nada y la inconsciencia terminan por ceder ante un pequeño y turbio pensamiento que si bien no lastima si molesta: "Perderás Todo".
Tal vez lo pierda pero hoy lo único que sé es que...
Tengo que vivir... tengo que vivir...
Alcohol
sin razón,
el todo,
la vida plena,
cocaína...
todo el mundo hoy es para mi.
Veinte.
Voz en off: Pendejo... Despierta.
3 de diciembre de 2008
28
Sin darme cuenta
sé que todo pasará
así son los giros del tiempo
pero en medio de todo
siempre hay más por vivir
aun en el trance de un paso a otro.
Sin percatarme
sé que todo pasará
así como pasa el tiempo
así como pasa todo lo demás.
sé que todo pasará
así son los giros del tiempo
pero en medio de todo
siempre hay más por vivir
aun en el trance de un paso a otro.
Sin percatarme
sé que todo pasará
así como pasa el tiempo
así como pasa todo lo demás.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)