15 años antes...
El sonido nocturno despeinaba las hojas del libro que mi madre había dejado sobre la ventana. Los efectos de la glaciación aun no alcanzaban el pueblo, todo era cuestión de tiempo. Las cosas mantenían aun ese halo de normalidad que tenía el planeta al inicio del siglo.
El viento frío entraba de a ratos, aun cuando el verano estaba justo a medias, teníamos que dormir abrigados. Me levante y cerré la ventana. Entonces vi luces en el cielo, que volaban dispersas y se perdían en el fondo del horizonte oceánico.
A mis seis años nada podía sorprenderme ya. Hacia unas semanas que la Confederación Estelar había obligando a los gobiernos del planeta a sacar sus trapos sucios, se encargaron de contarnos la historia real de nuestro planeta. Esa fue la condición que estipularon a fin de poder ayudarnos con tecnología que nos permitiera sobrevivir a la glaciación que se acercaba. Sin embargo la verdad solo trajo problemas a la Confederación Estelar que terminó por fragmentarla finalmente.
Volví a mi cama, mi hermano roncaba, me volví a poner en pie y me acerque a su cama para moverlo hasta que dejara de producir ruido. Eso es lo único claro que recuerdo, después todo es difuso, mi memoria mezcla fragmentos de realidad y de sueños que no me permiten discernir entre aquello que sucedió y lo que no.
Todo lo que recuerdo que una luz azul que ilumino la habitación, entonces los vi por primera vez, en el umbral de la puerta de mi habitación, ellos, los no humanos, los grises, los reptiles mezclados entre humanos. Uno de ellos extendió su mano hacia mi e inmediatamente quede inmóvil, uno de ellos me miro fijamente y un dolor agudo taladró mi cabeza, sus ojos delataban sorpresa, entonces levanto su mano y mi cuerpo comenzó a levitar, estaba inmóvil completamente con la mirada fija en ellos, aun me tenia la sabana sobre mi, la cual al separarme de la cama lentamente cayó al suelo.
Ellos eran enemigos de los miembros de la Confederación Estelar, seres mestizos e impostores que luchaban por su supervivencia a costa de los humanos.
Mi cuerpo se acercaba a ellos, algo en mi luchaba algo me decía que no podía permitir que me secuestraran, con todas mis fuerzas trate de liberarme, uno de ellos se dio cuenta y un haz de luz blanca salió disparado contra mi, entonces el tiempo se detuvo y todo comenzó a ir hacia atrás, me quede helado al darme cuenta como el haz de luz regresaba al artefacto que lo liberó, entonces vi los ojos de quien disparo el arma y perdí la concentración, seguía en el aire todavía y estaban por dispararme en haz de luz blanca, entonces trate de extender mis manos y al hacerlo pude liberarme de la prisión invisible que me retenía, finalmente cai al suelo y cuando pude levantarme me di cuenta de que ya no estaban.
Salí de mi habitación, la puerta que daba al traspatio estaba abierta, de nuevo esa luz azul ilumino la casa, salí al patio y sobre mi se elevaba un pequeño disco luminoso, estuvo quieto unos segundos y enseguida a toda velocidad se elevó hasta desaparecer de mi vista. Me quede quieto, mirando hacia el cielo estrellado, fue cuando por primera vez vi una aurora boreal, pero aun no sé si fue un sueño o fue realidad, pero la recordaría siempre cubriendo el océano.
¿Qué haces ahí? ¿Por que no te acuestas? No me dejas dormir.
Mi hermano me encontró en medio del patio trasero viendo al cielo, me dice que lo mire fijamente, puse mi cabeza de lado, le sonreí, camine hacia la casa, me fui directo a mi cama y me quede dormido.
Todos mis recuerdos de ese momento son difusos. Pero puedo estar seguro que no fue un sueño, ellos venían por mi, pero aun no se porque.
El sonido nocturno despeinaba las hojas del libro que mi madre había dejado sobre la ventana. Los efectos de la glaciación aun no alcanzaban el pueblo, todo era cuestión de tiempo. Las cosas mantenían aun ese halo de normalidad que tenía el planeta al inicio del siglo.
El viento frío entraba de a ratos, aun cuando el verano estaba justo a medias, teníamos que dormir abrigados. Me levante y cerré la ventana. Entonces vi luces en el cielo, que volaban dispersas y se perdían en el fondo del horizonte oceánico.
A mis seis años nada podía sorprenderme ya. Hacia unas semanas que la Confederación Estelar había obligando a los gobiernos del planeta a sacar sus trapos sucios, se encargaron de contarnos la historia real de nuestro planeta. Esa fue la condición que estipularon a fin de poder ayudarnos con tecnología que nos permitiera sobrevivir a la glaciación que se acercaba. Sin embargo la verdad solo trajo problemas a la Confederación Estelar que terminó por fragmentarla finalmente.
Volví a mi cama, mi hermano roncaba, me volví a poner en pie y me acerque a su cama para moverlo hasta que dejara de producir ruido. Eso es lo único claro que recuerdo, después todo es difuso, mi memoria mezcla fragmentos de realidad y de sueños que no me permiten discernir entre aquello que sucedió y lo que no.
Todo lo que recuerdo que una luz azul que ilumino la habitación, entonces los vi por primera vez, en el umbral de la puerta de mi habitación, ellos, los no humanos, los grises, los reptiles mezclados entre humanos. Uno de ellos extendió su mano hacia mi e inmediatamente quede inmóvil, uno de ellos me miro fijamente y un dolor agudo taladró mi cabeza, sus ojos delataban sorpresa, entonces levanto su mano y mi cuerpo comenzó a levitar, estaba inmóvil completamente con la mirada fija en ellos, aun me tenia la sabana sobre mi, la cual al separarme de la cama lentamente cayó al suelo.
Ellos eran enemigos de los miembros de la Confederación Estelar, seres mestizos e impostores que luchaban por su supervivencia a costa de los humanos.
Mi cuerpo se acercaba a ellos, algo en mi luchaba algo me decía que no podía permitir que me secuestraran, con todas mis fuerzas trate de liberarme, uno de ellos se dio cuenta y un haz de luz blanca salió disparado contra mi, entonces el tiempo se detuvo y todo comenzó a ir hacia atrás, me quede helado al darme cuenta como el haz de luz regresaba al artefacto que lo liberó, entonces vi los ojos de quien disparo el arma y perdí la concentración, seguía en el aire todavía y estaban por dispararme en haz de luz blanca, entonces trate de extender mis manos y al hacerlo pude liberarme de la prisión invisible que me retenía, finalmente cai al suelo y cuando pude levantarme me di cuenta de que ya no estaban.
Salí de mi habitación, la puerta que daba al traspatio estaba abierta, de nuevo esa luz azul ilumino la casa, salí al patio y sobre mi se elevaba un pequeño disco luminoso, estuvo quieto unos segundos y enseguida a toda velocidad se elevó hasta desaparecer de mi vista. Me quede quieto, mirando hacia el cielo estrellado, fue cuando por primera vez vi una aurora boreal, pero aun no sé si fue un sueño o fue realidad, pero la recordaría siempre cubriendo el océano.
¿Qué haces ahí? ¿Por que no te acuestas? No me dejas dormir.
Mi hermano me encontró en medio del patio trasero viendo al cielo, me dice que lo mire fijamente, puse mi cabeza de lado, le sonreí, camine hacia la casa, me fui directo a mi cama y me quede dormido.
Todos mis recuerdos de ese momento son difusos. Pero puedo estar seguro que no fue un sueño, ellos venían por mi, pero aun no se porque.