No era tan solo un recuerdo, era una sensación de frio sobre los nervios, era el sudor nocturno de la humedad del trópico, eran los pasos invisibles de todo el mundo, era el mar quebrándose a lo lejos, era la fauna encendida en la oscuridad, eran tus palabras incapaces de reproducirse, era el miedo que congelaba mi cuerpo.
2 de agosto de 2023
Paralisis nocturna
16 de octubre de 2020
20:20
Era tarde
como siempre.
Había un sueño
frágil
lleno de plumas
un poco azul.
Tras la luz
en el frio
lagrimas ciegas caían.
Entre los dedos
hilos bermejos
corrían
un sol vespertino
crecía en el suelo.
En la aurora
ya era tarde.
Había un sueño
muerto
vacío y rígido
sin rastro de luz.
Tras la luz
en la hora veinte
solo el viento corría.
Entre los dedos
letras absurdas
caían
palabras ígneas
marcaban el suelo.
En la aurora
ya había terminado.
No tenia sueño
ni aliento
ciego frente al sol
arranco sus dedos.
20 de septiembre de 2017
Ahora
En medio del silencio aparente de la naturaleza puedes encontrar la paz junto al pulso infinito de la vida. Basta con desprenderse de lo inasible y disfrutar el único instante real de existencia: el ahora.
Somos
Aun cuando el cielo se oculte entre nubes, la certeza es única, mas allá de la tormenta en el espacio exterior nuestra estrella sigue fusionando hidrógeno, la luz permanece intacta. Mientras tanto sobre la superficie terrestre las nubes negras regalaran lluvia, es simple, somos parte de un todo.
Solo así
A veces, para encontrar paz es necesario soltar las velas al viento y en el caos del océano tarde o temprano la tranquilidad emergerá; toda travesía tiene tormentas y mares calmos, solo así se aprende a ser un buen navegante en el universo de la vida.
Era tu imaginación
Sentado aquí, esperandote, sintiendo el frío que solo el verano puede entregar. En medio de mis sueños suelo despegar mis pies del suelo y caer en un abismo infinito, pero todo pasa, todo cambia, hace días que no descubri que te alejaste y no fui yo quien dijo adios, en esa certeza luminosa un peso cedio de mis hombros y todo es como observar las nubes en el cielo, con ellas puedes imaginar que son cualquier cosa un animal, un beso, una noche; al final lo único que es real es el silencio y todo lo que sentido en ese instante, porque aquello que creiste ver flotando sobre lo azul es tan solo producto de tu imaginación.
El cielo, el sol y el mar
A pesar de ser otro mar, el cielo es el mismo, ¿no crees? Tan grande y tan pequeño es nuestro planeta, no deberíamos de subestimarlo. A veces pienso que todo el mundo es igual estés en donde estés, el mismo mar, la misma arena, el mismo cielo, las mismas nubes, la misma luz. Tal vez no he visto más allá de mi ventana, tal vez aún me falta mucho planeta por recorrer, pero siempre he tenido la certeza de que todo lo nuevo intentamos verlo como algo cercano, intentamos encontrarle parecido a algo ya conocido, para no sentirnos alienados, para no sentirnos lejos de casa, sin darnos cuenta de que el sitio donde tenemos raíces es el corazón y este siempre viaja con nosotros. Así estemos en el fin del mundo, el sol será el mismo y el mar será siempre como el mar que de niños conocimos.
Saudade
He tomado el tiempo con las manos, deshilache cada silaba de mis recuerdos, reviví cada año entonces: sentí de nuevo el frío metálico del refrigerador, escuche a las palomas en el troje, vi a los gatos amarillos en el corredor, camine por una casa que ya no existe, nade en las profundidades somnolientas de cientos de viajes, grabe canciones de la radio en cassettes, olí el chocolate y la tierra mojada, perseguí luciérnagas en los charcos, corrí en calzones por las calles sin pavimentar, cansado encendí el tocadiscos de mi padre para dormir en la supernova perfecta de mis memorias. Hoy amanecí en el tembloroso abrazo de un sentimiento sin definición exacta: Saudade.
Entonces y por siempre
Era viernes. Lo fue entonces y lo será por siempre. Como el tiempo, todo fluye, todo cambia eventualmente. Pero hoy solo tenemos los recuerdos del ayer y la esperanza del mañana.
Aun era lunes
Al abrir la puerta, en la penumbra, vi un pequeño bulto en el suelo. Encendí la luz, vi sangre seca y plumas alrededor del cuerpo, estaba simplemente fragmentado.
Hay maneras más sutiles de matar, pensé, levante con mis manos los restos del ave, a mi espalda una voz susurraba, gire mi cuerpo, una sombra indefinida me observaba, me acerque lentamente, una nebulosa de voces giraban dentro, ofrecí como en sacrificio los restos del pájaro cercenado que aún tenía en mis manos, en cuanto la oscuridad me cubrió todo explotó.
Al abrir los ojos un dolor ciego llenó mis pulmones, todo estaba cubierto por un velo negro pero podía escuchar que llovía copiosamente, ahora lo sabía nada era como antes y sin embargo aún era lunes.
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