El viento de la tormenta ha comenzado a levantar enormes nubes de polvo, el gato se ha acurrucado en mis brazos, los rayos y truenos comienzan a escucharse más cercanos, es imposible poder ver algo.
Sobre mí escucho un sonido parecido a un helicóptero, cuando levanto la mirada, veo tres dirigibles enormes sobre mi, del mas grande algo desciende, una canasta se tiende en el suelo, no tengo opción, tendremos que subir, mientras la canasta sube, la lluvia comienza a caer, los rayos no tardan en aparecer. Estoy cada vez mas alto y más cerca de ingresar dentro de este dirigible, un rayo enorme me ha cegado, el sonido es acompañado después por una explosión, ha alcanzado a un dirigible, la canasta se mueve y pierdo en equilibrio, me abrazo al suelo. Finalmente hemos ingresado, ahora no sé si este o no a salvo.
Estoy frente a una especie de hangar, veo unos pequeños planeadores oscuros a ambos lados, hacia el frente una puerta corrediza como de elevador se abre, no tengo otra opción que ir ahí.
Se ha abierto la puerta, estoy en una sala llena de controles hacia un extremo, mientras hacia el lado contrario hay una especie de sala de estar. Un voz se dirige a mi:
- Bienvenido a bordo-
No logro ver a nadie en la enorme habitación, tal vez el dirigible tenga inteligencia propia y me este hablando. Camino hacia el frente, cuando tras de mi se vuelve a abrir la puerta corrediza.
- Iñaki Rodríguez, espero estés cómodo, lamento no haberte recibido antes, pero tenia que verificar que es lo que habíamos perdido en el otro dirigible, afortunadamente solo era metal y combustible. Por suerte tenemos de sobra para seguir volando en este. -
- ¿Quién es usted?. -
- Ah, es verdad, que descortés soy. Permíteme presentarme. Soy el Dr. Markuss Danan y hasta hace algunas hora era el Regente de “La Ciudad” ahora solo quedan ruinas de ella, y mucho me temo que tu eres el culpable. -
- ¿Yo?. -
- No lo tomes a mal, pero temo que has logrado crear “El desequilibrio verdadero” y finalmente ha llegado la hora apocalíptica. -
- No entiendo. ¿Cómo pude haber desequilibrado una ciudad?. Eso no es posible. -
- Lo es. Al menos aquí. Creo que te has dado cuenta de que este lugar no es al que perteneces. Esto es una especie de realidad alterna. Sin embargo, tiene reglas de las cuales no es posible romperlas, entre ellas y la más importante, querer escapar y tener miedo del refugio en el que te encuentras. Esa, jovencito, es una de las causas del desequilibrio.
- Pero... si usted sabia que nadie pertenece aquí, porque siempre permanecí en total ignorancia, todo parecía irreal, y sin embargo hubo gente muerta, hubo heridos, esto no puede ser tan falso como dice. -
- Lo es. Todo lo que has visto son solo robots, que yo mismo me he encargado de diseñar, todo fueron solo representaciones especialmente hechas para ti. Eras el único humano despierto que habitaba en la ciudad a excepción de mí. Los demás se encontraban en estado comatoso en el hospital. -
- ¿Robots? ¿En estado de coma? No entiendo. -
- Seré breve, yo llegue hace cincuenta años, cuando tenia 24 años, desperté en un pueblo fantasma, había mas gente que también deambulaba, esto era una especie de limbo, pero aun así sentía hambre y frío, pero de un modo u otro aparecían ahí alimento y un lugar en el cual dormir. Conforme pasaban los días con solo desear algo, esto se creaba, les dije a quienes caminaban sin rumbo, pero ya habían perdido la razón. Con los meses fui diseñando y construyendo “La Ciudad” así también fui entendiendo que aparecemos aquí de la nada y de la misma forma desaparecemos. Con el tiempo, cuando la gente aparecían me encargaba de recibirlos, les contaba del lugar en el que estábamos, muchos de ellos creyeron e hicimos juntos lo que viste. Pero la incertidumbre de que podíamos desaparecer en cualquier momento, solo hacia de nuestro vida aquí una especie de sueño, el cual todos los que me acompañaron lo disfrutaron muchísimo, sin embargo el tiempo pasa, y la gente nueva que despertaba ya no pensaban igual, por lo que decidí en hacerles creer que una guerra y un virus habían hecho de la ciudad lo que era. -
- Pero. ¿Cómo es que llegamos aquí? ¿Por qué? Todo esto suena tan absurdo. -
- También yo pensé lo mismo Iñaki, pero comprendí que no podía luchar con cosas que no comprendo y decidí utilizar lo que tengo para hacer de este un sitio habitable para todos los que despertaban, aquellos que no lo hacían, los llevábamos al hospital, muchos permanecían ahí hasta desaparecer, otros como tu despertaban y se integraban a la ciudad, pero desde hace mucho tiempo que todo el mundo permanece en coma, tu fuiste el único que en varios meses despertó. Sin embargo descubrí que no estarías a gusto con nosotros, pero nunca imagine que tu presencia sería el final, que debo admitirlo, desee muchas veces desde que la única compañía que tenía eran los robots. -
- Entonces... ahora ¿qué va a pasar?. -
- No lo sé. En realidad no lo sé. Solo nos queda esperar. Espero que tu estancia aquí sea de lo mas placentera. Y me disculpo por no haberte dicho la verdad antes, pero supongo que por algo pasan las cosas. Gracias por cuidar de Kai, ese gato puede ser un dolor de cabeza a veces, no me preguntes sobre el, porque al igual que tu, no se como llegó aquí. -
El otro dirigible se encontraba frente a nosotros, avanzábamos rápidamente en medio de esta llanura desértica. Entonces aparecieron al fondo unos puntos negros que se acercaban hacia nosotros. El Dr. Danan enfoco el lente lo mas que pudo y pudimos constatar que se trataban de dirigibles igual en el que nos encontrábamos. Nos acercamos un poco mas, solo para darnos cuenta de que esos dirigibles eran solo un reflejo.
Alcanzamos el limite de ese enorme espejo, descendimos en la canasta, caminamos hasta estar frente a frente con nuestros reflejos. Parecía como un velo, tenia como vida propia, incluso emitía un breve murmullo.
- Parece que este es el limite del mundo. -
- ¿Y después que?. -
- Después la nada supongo. -
- Bueno creo que tendremos que cruzar al otro lado ¿no crees?. -
- Pero... -
Entonces Kai bajo de mis brazos y camino hacia el velo hasta desaparecer en el. Justo cuando su cola desapareció, un temblor de tierra apareció, la tierra comenzó a moverse hacia el velo que lo devoraba y lo desaparecía en sus fauces misteriosas.
Corrimos hacia la canasta y subimos a toda prisa, solo para darnos cuenta de que el aire también era absorbido por se velo así mismo también los dirigibles se acercaban a el. Uno de los dirigibles permaneció quieto en el aire por lo que desapareció, el nuestro comenzó a ser devorado pero como pudo el Dr. Danan logro sacarlo de ahí y volar en sentido contrario.
Un ruido gigantesco se acercaba a nosotros, logramos observar que a lo lejos y a toda velocidad la ciudad ahora en ruinas también era arrastrada hacia este final inevitable. De la misma forma la tormenta se acercaba a nosotros.
En menos de lo que esperábamos la tormenta estaba sobre nosotros, pero así mismo también desapareció en ese velo que parecía que nos alcanzaría de un modo u otro, la ciudad tardo un poco mas en llegar, pasó sobre nuestros pies, en ruinas, destruida, el Dr. Danan no pudo contener el llanto al ver semejante espectáculo.
- Dr. Danan ¿Qué fue de los humanos que estaban en el hospital? -
- No lo sé, confío en que hallan desapareció antes de que la ciudad se redujera a escombros. -
- ¿Y que será de los rebeldes? -
- Los rebeldes no existen. Yo invente toda esa historia. -
Entonces nos dimos cuenta de que estábamos rodeados por ese velo, ahora el paso era lento, no había modo de escapar. El Dr. Decidió que lo mejor seria descender y afrontar en el suelo el final. Dejo el dirigible en piloto automático y rápidamente desapareció ene el velo reflejante.
Finalmente no quedaba nada mas que un par de metros de radio alrededor de nosotros. El Dr. Danan con su vejez encima corrió hacia el extremo del velo más cercano y antes de entrar se despidió con un gesto en la mano.
Me quede solo rodeado de mi reflejo. No podía hacer nada, no tenia el valor para atravesar esa pared reflejante.
Decidí esperar, me senté en el suelo y cerré mis ojos.
Sobre mí escucho un sonido parecido a un helicóptero, cuando levanto la mirada, veo tres dirigibles enormes sobre mi, del mas grande algo desciende, una canasta se tiende en el suelo, no tengo opción, tendremos que subir, mientras la canasta sube, la lluvia comienza a caer, los rayos no tardan en aparecer. Estoy cada vez mas alto y más cerca de ingresar dentro de este dirigible, un rayo enorme me ha cegado, el sonido es acompañado después por una explosión, ha alcanzado a un dirigible, la canasta se mueve y pierdo en equilibrio, me abrazo al suelo. Finalmente hemos ingresado, ahora no sé si este o no a salvo.
Estoy frente a una especie de hangar, veo unos pequeños planeadores oscuros a ambos lados, hacia el frente una puerta corrediza como de elevador se abre, no tengo otra opción que ir ahí.
Se ha abierto la puerta, estoy en una sala llena de controles hacia un extremo, mientras hacia el lado contrario hay una especie de sala de estar. Un voz se dirige a mi:
- Bienvenido a bordo-
No logro ver a nadie en la enorme habitación, tal vez el dirigible tenga inteligencia propia y me este hablando. Camino hacia el frente, cuando tras de mi se vuelve a abrir la puerta corrediza.
- Iñaki Rodríguez, espero estés cómodo, lamento no haberte recibido antes, pero tenia que verificar que es lo que habíamos perdido en el otro dirigible, afortunadamente solo era metal y combustible. Por suerte tenemos de sobra para seguir volando en este. -
- ¿Quién es usted?. -
- Ah, es verdad, que descortés soy. Permíteme presentarme. Soy el Dr. Markuss Danan y hasta hace algunas hora era el Regente de “La Ciudad” ahora solo quedan ruinas de ella, y mucho me temo que tu eres el culpable. -
- ¿Yo?. -
- No lo tomes a mal, pero temo que has logrado crear “El desequilibrio verdadero” y finalmente ha llegado la hora apocalíptica. -
- No entiendo. ¿Cómo pude haber desequilibrado una ciudad?. Eso no es posible. -
- Lo es. Al menos aquí. Creo que te has dado cuenta de que este lugar no es al que perteneces. Esto es una especie de realidad alterna. Sin embargo, tiene reglas de las cuales no es posible romperlas, entre ellas y la más importante, querer escapar y tener miedo del refugio en el que te encuentras. Esa, jovencito, es una de las causas del desequilibrio.
- Pero... si usted sabia que nadie pertenece aquí, porque siempre permanecí en total ignorancia, todo parecía irreal, y sin embargo hubo gente muerta, hubo heridos, esto no puede ser tan falso como dice. -
- Lo es. Todo lo que has visto son solo robots, que yo mismo me he encargado de diseñar, todo fueron solo representaciones especialmente hechas para ti. Eras el único humano despierto que habitaba en la ciudad a excepción de mí. Los demás se encontraban en estado comatoso en el hospital. -
- ¿Robots? ¿En estado de coma? No entiendo. -
- Seré breve, yo llegue hace cincuenta años, cuando tenia 24 años, desperté en un pueblo fantasma, había mas gente que también deambulaba, esto era una especie de limbo, pero aun así sentía hambre y frío, pero de un modo u otro aparecían ahí alimento y un lugar en el cual dormir. Conforme pasaban los días con solo desear algo, esto se creaba, les dije a quienes caminaban sin rumbo, pero ya habían perdido la razón. Con los meses fui diseñando y construyendo “La Ciudad” así también fui entendiendo que aparecemos aquí de la nada y de la misma forma desaparecemos. Con el tiempo, cuando la gente aparecían me encargaba de recibirlos, les contaba del lugar en el que estábamos, muchos de ellos creyeron e hicimos juntos lo que viste. Pero la incertidumbre de que podíamos desaparecer en cualquier momento, solo hacia de nuestro vida aquí una especie de sueño, el cual todos los que me acompañaron lo disfrutaron muchísimo, sin embargo el tiempo pasa, y la gente nueva que despertaba ya no pensaban igual, por lo que decidí en hacerles creer que una guerra y un virus habían hecho de la ciudad lo que era. -
- Pero. ¿Cómo es que llegamos aquí? ¿Por qué? Todo esto suena tan absurdo. -
- También yo pensé lo mismo Iñaki, pero comprendí que no podía luchar con cosas que no comprendo y decidí utilizar lo que tengo para hacer de este un sitio habitable para todos los que despertaban, aquellos que no lo hacían, los llevábamos al hospital, muchos permanecían ahí hasta desaparecer, otros como tu despertaban y se integraban a la ciudad, pero desde hace mucho tiempo que todo el mundo permanece en coma, tu fuiste el único que en varios meses despertó. Sin embargo descubrí que no estarías a gusto con nosotros, pero nunca imagine que tu presencia sería el final, que debo admitirlo, desee muchas veces desde que la única compañía que tenía eran los robots. -
- Entonces... ahora ¿qué va a pasar?. -
- No lo sé. En realidad no lo sé. Solo nos queda esperar. Espero que tu estancia aquí sea de lo mas placentera. Y me disculpo por no haberte dicho la verdad antes, pero supongo que por algo pasan las cosas. Gracias por cuidar de Kai, ese gato puede ser un dolor de cabeza a veces, no me preguntes sobre el, porque al igual que tu, no se como llegó aquí. -
El otro dirigible se encontraba frente a nosotros, avanzábamos rápidamente en medio de esta llanura desértica. Entonces aparecieron al fondo unos puntos negros que se acercaban hacia nosotros. El Dr. Danan enfoco el lente lo mas que pudo y pudimos constatar que se trataban de dirigibles igual en el que nos encontrábamos. Nos acercamos un poco mas, solo para darnos cuenta de que esos dirigibles eran solo un reflejo.
Alcanzamos el limite de ese enorme espejo, descendimos en la canasta, caminamos hasta estar frente a frente con nuestros reflejos. Parecía como un velo, tenia como vida propia, incluso emitía un breve murmullo.
- Parece que este es el limite del mundo. -
- ¿Y después que?. -
- Después la nada supongo. -
- Bueno creo que tendremos que cruzar al otro lado ¿no crees?. -
- Pero... -
Entonces Kai bajo de mis brazos y camino hacia el velo hasta desaparecer en el. Justo cuando su cola desapareció, un temblor de tierra apareció, la tierra comenzó a moverse hacia el velo que lo devoraba y lo desaparecía en sus fauces misteriosas.
Corrimos hacia la canasta y subimos a toda prisa, solo para darnos cuenta de que el aire también era absorbido por se velo así mismo también los dirigibles se acercaban a el. Uno de los dirigibles permaneció quieto en el aire por lo que desapareció, el nuestro comenzó a ser devorado pero como pudo el Dr. Danan logro sacarlo de ahí y volar en sentido contrario.
Un ruido gigantesco se acercaba a nosotros, logramos observar que a lo lejos y a toda velocidad la ciudad ahora en ruinas también era arrastrada hacia este final inevitable. De la misma forma la tormenta se acercaba a nosotros.
En menos de lo que esperábamos la tormenta estaba sobre nosotros, pero así mismo también desapareció en ese velo que parecía que nos alcanzaría de un modo u otro, la ciudad tardo un poco mas en llegar, pasó sobre nuestros pies, en ruinas, destruida, el Dr. Danan no pudo contener el llanto al ver semejante espectáculo.
- Dr. Danan ¿Qué fue de los humanos que estaban en el hospital? -
- No lo sé, confío en que hallan desapareció antes de que la ciudad se redujera a escombros. -
- ¿Y que será de los rebeldes? -
- Los rebeldes no existen. Yo invente toda esa historia. -
Entonces nos dimos cuenta de que estábamos rodeados por ese velo, ahora el paso era lento, no había modo de escapar. El Dr. Decidió que lo mejor seria descender y afrontar en el suelo el final. Dejo el dirigible en piloto automático y rápidamente desapareció ene el velo reflejante.
Finalmente no quedaba nada mas que un par de metros de radio alrededor de nosotros. El Dr. Danan con su vejez encima corrió hacia el extremo del velo más cercano y antes de entrar se despidió con un gesto en la mano.
Me quede solo rodeado de mi reflejo. No podía hacer nada, no tenia el valor para atravesar esa pared reflejante.
Decidí esperar, me senté en el suelo y cerré mis ojos.
¡Despierta Iñaki!
¡Despierta carajos!
!Que alguien llame a emergencias!
¡Se esta muriendo!
¡Iñaki se esta muriendo!
¡Despierta carajos!
!Que alguien llame a emergencias!
¡Se esta muriendo!
¡Iñaki se esta muriendo!