30 de octubre de 2011

Tantas cosas


Papeles, recuerdos, fotografías, notas de clase, polvo, libros, hojas sueltas, versos al aire, post-it's, itinerarios de viaje, guiones de teatro, listas de clases, poemas inconclusos, silencios atrapados en cuadernos, tarjetas de teléfono, listones, monedas, historias de universos alternos... tantas cosas en un solo librero, que por azares del destino termino estrellándose en el suelo y el destello del caos, me di cuenta de los años que tanto papel recoge.

La clase de electricidad, los apuntes de redes, los pseudocodigos, los inventos de firmas, las palabras incompletas, la letra de canciones, las paginas desiertas... mientras mas escarbo mas imágenes se me vienen a la cabeza. La voz, el aire, las tardes en la biblioteca, las tareas incompletas, los sobres de pago y las dudas que siempre aterrizaron en mi cabeza.

Tantas cosas, tanto tiempo guardado en un librero, tantos momentos congelados en el polvo de los libros que hace años no se han abierto, en los folletos que no se abrieron, en las recetas medicas de un síntoma que no recuerdo. En la estampida voraz de la memoria se me quedan suspendidas las partículas de un tiempo del cual solo quedan papeles y mas papeles que significan cosas que solo yo entiendo.

Los diagramas, los mapas, los planes escritos en la portada de un cuaderno, el teléfono y el correo electrónico de personas que se quedaron en ese tiempo, las imágenes que me recuerdan palabras, los libros que con tanto me enseñaron sin siquiera saberlo, las personas, los nombres, los rostros, las sonrisas, los recuerdos, los benditos recuerdos.

Papeles, recuerdos, fotografías, notas de clase, polvo, libros, hojas sueltas, versos al aire, post-it's, itinerarios de viaje, guiones de teatro, listas de clases, poemas inconclusos, silencios atrapados en cuadernos, tarjetas de teléfono, listones, monedas, historias de universos alternos... tantas cosas en un solo librero, tantos recuerdos como estrellas en el cielo, tanto tiempo acumulado en espacio tan pequeño, tantas cosas por olvidar y tantas cosas que mantener seguras en algún lugar de la memoria y del universo.

3 de octubre de 2011

Desierto


Sobre la arena lejana del tiempo y de la aurora se interrumpen los murmullos de la ausencia inerte del silencio. me detengo en la costra pretérita débilmente iluminada por la luz del océano interno de tus ojos.

En el calor de las cosas que se han cubierto de recuerdos, tiendo lentamente a despertar la razón absurda del olvido, a encontrar mensajes inteligentes en las cosas que alguna vez fueron.

No llueve, aun en el verano de la costa, que poco a poco desaparece de la vista, cubierta por la bruma del olvido y del encierro.

Desierto.

Completamente.

En el atardecer marciano que me envuelve, todo parece lejano: las voces, el sabor, los olores, las mañanas felices, la música, el aire de tu voz, tus manos frías incluso tus besos.

Entre el claro azul de la memoria y el cálido amarillo de lo incierto resurgen los daguerrotipos aferrados a mis huesos. En el brillante reflejo de un diamante sostengo el sutil futuro de un pueblo que ya ha muerto. El transcurso de los días de mi vida junto a ti, son eternos, aun cuando fueron efímeros, toda mi vida junto a ti no muere y permanece siempre atada a mis dedos.

Tantos años, tanto tiempo, tantas y tantas cosas que fluyen de mi mente evocando tu presencia, tu piel sobre mi cuerpo y los días hechos noches en la avaricia de la juventud, en el desasosiego de las sueños plantados en el cielo, en las guerras de los vivos y los muertos.

Siempre tu, en los cimientos de mis anhelos. Lejos, hoy tan lejos. Se desatan cada noche todas tus palabras y todos tus silencios. Tanto, tanto tiempo. No estas entre mis manos eres simplemente un recuerdo de otra vida, de otro tiempo.

Desierto.

Ausente.

Casi muerto.