27 de agosto de 2009

Duvet -

15 años antes...



El sonido nocturno despeinaba las hojas del libro que mi madre había dejado sobre la ventana. Los efectos de la glaciación aun no alcanzaban el pueblo, todo era cuestión de tiempo. Las cosas mantenían aun ese halo de normalidad que tenía el planeta al inicio del siglo.

El viento frío entraba de a ratos, aun cuando el verano estaba justo a medias, teníamos que dormir abrigados. Me levante y cerré la ventana. Entonces vi luces en el cielo, que volaban dispersas y se perdían en el fondo del horizonte oceánico.

A mis seis años nada podía sorprenderme ya. Hacia unas semanas que la Confederación Estelar había obligando a los gobiernos del planeta a sacar sus trapos sucios, se encargaron de contarnos la historia real de nuestro planeta. Esa fue la condición que estipularon a fin de poder ayudarnos con tecnología que nos permitiera sobrevivir a la glaciación que se acercaba. Sin embargo la verdad solo trajo problemas a la Confederación Estelar que terminó por fragmentarla finalmente.

Volví a mi cama, mi hermano roncaba, me volví a poner en pie y me acerque a su cama para moverlo hasta que dejara de producir ruido. Eso es lo único claro que recuerdo, después todo es difuso, mi memoria mezcla fragmentos de realidad y de sueños que no me permiten discernir entre aquello que sucedió y lo que no.

Todo lo que recuerdo que una luz azul que ilumino la habitación, entonces los vi por primera vez, en el umbral de la puerta de mi habitación, ellos, los no humanos, los grises, los reptiles mezclados entre humanos. Uno de ellos extendió su mano hacia mi e inmediatamente quede inmóvil, uno de ellos me miro fijamente y un dolor agudo taladró mi cabeza, sus ojos delataban sorpresa, entonces levanto su mano y mi cuerpo comenzó a levitar, estaba inmóvil completamente con la mirada fija en ellos, aun me tenia la sabana sobre mi, la cual al separarme de la cama lentamente cayó al suelo.

Ellos eran enemigos de los miembros de la Confederación Estelar, seres mestizos e impostores que luchaban por su supervivencia a costa de los humanos.

Mi cuerpo se acercaba a ellos, algo en mi luchaba algo me decía que no podía permitir que me secuestraran, con todas mis fuerzas trate de liberarme, uno de ellos se dio cuenta y un haz de luz blanca salió disparado contra mi, entonces el tiempo se detuvo y todo comenzó a ir hacia atrás, me quede helado al darme cuenta como el haz de luz regresaba al artefacto que lo liberó, entonces vi los ojos de quien disparo el arma y perdí la concentración, seguía en el aire todavía y estaban por dispararme en haz de luz blanca, entonces trate de extender mis manos y al hacerlo pude liberarme de la prisión invisible que me retenía, finalmente cai al suelo y cuando pude levantarme me di cuenta de que ya no estaban.

Salí de mi habitación, la puerta que daba al traspatio estaba abierta, de nuevo esa luz azul ilumino la casa, salí al patio y sobre mi se elevaba un pequeño disco luminoso, estuvo quieto unos segundos y enseguida a toda velocidad se elevó hasta desaparecer de mi vista. Me quede quieto, mirando hacia el cielo estrellado, fue cuando por primera vez vi una aurora boreal, pero aun no sé si fue un sueño o fue realidad, pero la recordaría siempre cubriendo el océano.

¿Qué haces ahí? ¿Por que no te acuestas? No me dejas dormir.

Mi hermano me encontró en medio del patio trasero viendo al cielo, me dice que lo mire fijamente, puse mi cabeza de lado, le sonreí, camine hacia la casa, me fui directo a mi cama y me quede dormido.

Todos mis recuerdos de ese momento son difusos. Pero puedo estar seguro que no fue un sueño, ellos venían por mi, pero aun no se porque.

15 de agosto de 2009

Duvet

Sombría era la atmósfera, nubes de polución cubrían el cielo, los parques de la universidad eran de lo mas normal en esta época de inicio de cursos. Recién había terminado el summer break y la legislación de los no humanos tenia a la universidad en constante movimiento.

Camine sobre la plaza principal, desde ahí pude ver que el jardinero levitó un poco para poder podar el árbol, mientras los chicos jugaban tras un balón que constaba de automovimiento, paso de pronto por mi lado e intente detenerlo, pero fue imposible intentar tocarlo.

Me recoste sobre el césped, había a lo lejos rumores de tormentas eléctricas, hacia años que no llovía, pero el agua nunca faltaba aquí. La luz poco a poco comenzó a menguar. Pronto se haría de noche. Debería de apurarme a salir de la universidad, por lo que tome la ruta rumbo al castillo.

Un sms llegó a mi teléfono: "Hay clones en el laberinto Toxxo" inmediatamente localice la dirección electrónica del laberinto para poder ver la noticia en vivo. En efecto había unos clones que lloraban y gimoteaban buscando la salida.

Afuera había manifestantes que apoyaban los derechos humanos de los clones y estaban en contra de que estos fueran utilizaran como seres sin alma y peor aun que fueran protagonistas de eventos para entretener a la muchedumbre.

Los hackers inmediatamente cerraron el streming de la pagina. Sabía que no podía dirigirme al castillo por la ruta del laberinto, debería de ingresar al subterráneo. Justo antes de encontrar una de las plataformas de descenso, una docena de naves flotantes de la seguridad nacional se dirigían rumbo al laberinto. Otro sms llegó a mi teléfono: "Tienes una copia del ensayo del cataclismo en el 2012?" Respondí que lo tenía en mi apartamento, que en cuanto llegara lo enviaría. "Hay reportes de que esta lloviendo en la zona norte, si vas por el subterráneo tal vez puedas quedarte entre islas" Carajos, eso no me lo esperaba, mi teléfono no era de gran ayuda para mantenerme informado de lo que pasaba en la ciudad. Ahora tampoco el subterráneo era un sitio seguro. Decidí tomar la ruta que me dejara mas cerca del castillo, pero que no llegara a los limites de la zona norte.

El viaje fue lento, sofocante, la humedad de la lluvia había ya entrado al sistema subterráneo, comenzaba a evaporarse, tenia que salir de ahí lo mas rápido posible. Del techo del subterráneo salieron las mascarillas con oxigeno, coloque la mía, es la sensación mas incomoda. Un nuevo sms "Debes salir del subterráneo, están cerrando todas las estaciones de la ciudad, no se sabe que esta pasando, dicen que hay un golpe de estado". Se detuvo en la estación siguiente y aun me faltaban dos mas para llegar, entonces se fue la luz, sabía que eso no era buena señal, las puertas aun seguían abiertas por lo que salí a toda prisa al igual que todos los que se encontraban en la estación. Afuera todo estaba en calma, la gente se disperso, así que decidí correr rumbo a casa.

Mantuve el paso seguro evitando las calles cercanas al laberinto. Entonces volvió a sonar el teléfono "Creo que ha llegado el momento, ya están aquí, hay una naves nodriza dispersando la polución sobre el centro de la ciudad. Donde estas?". No podía creerlo, finalmente estaban aquí los no terrestres. Un temblor hizo que me detuviera, durante esos cuarenta segundos un instante me pareció eterno.

Finalmente a lo lejos podía ver el castillo, camine con calma entre las calles de adoquines, un rayo enorme destruyo la torre este del castillo. Me detuve, mande un sms preguntando que estaba pasando, del castillo surgían luces blancas en todas direcciones. No sabía que hacer. Entonces a lo lejos vi un par de no terrestres, me acerque corriendo a ellos, seguro que podrían salvarme, ellos me miraron, no se movieron del lugar, me detuve a unos metros cuando un sms rompió el momento "No te acerques al castillo, los no terrestres vienen por ti, son los enemigos, ve al laberinto, ese es ahora el lugar mas seguro. Allá te veo."

El terror invadió mi cuerpo, sabia que no había modo de evitar este encuentro, por lo que tenia que recurrir a utilizar mi don, un halo blanco envolvió mi cuerpo, ellos sospecharon lo que trataba de hacer, lanzaron sus rayos blancos sobre mi, uno de ellos se dirigía inevitablemente hacia mi, justo fue cuando el tiempo comenzó a regresar, la escena iba en rewind, sin embargo la luz viaja mas rápido que tiempo, no lo pude evitar la luz blanca llenó mis ojos, alcanzó mi cuerpo...

3 de agosto de 2009

1: Uno

Miró el monitor frío. Las imagenes de una ciudad invisible anunciaban un periodo extraño del pensamiento: Déjà Vu. Sabía que no estaba buscando nada y sin embargo había pasado un año.

Ahora, sobre, con, mientras, después... nada. Todo era un sueño, palabras de una visión inteligible.

Recargado en el respaldo el recuerdo, solo atinaba a pensar en lo que podía suceder en un tiempo sin tiempo, sin orden, sin nada.

Diez días en el exilio, cubierto de imagenes y recovecos de silencios absurdos. Imagenes pornográficas y adulterados por efectos sicotropicos llenan los ojos y parece no haber reflejos sobre el cual guarecer a la imaginacion.

No llueve, es verano, la fauna vuela sobre el clima pretérito sobre la sangre futura...

El duelo, las lágrimas, la esperanza, el amor, la espera, el silencio, los giros del tiempo, la tierra, la mañana, la luna, la nube, el grito, el aura, la palabra, el no tiempo.

Vomitaba un poco por los dedos a veces, mientras sobre el teclado el hielo de la ausencia y la esperanza se mezclaban para dejar auroras boreales mientras se tejen palabras en un tiempo sin mañana.

Un ciclo justo hecho a la medida, no tiene sentido perder la cabeza.

Se pueden extrañar tantas cosas, menos el recuerdo.

Y mientras tanto... uno.